La linterna de Velasco

La linterna de Ángel Velasco, desde el 20 de febrero de 2007 informando y opinando sobre el Real Valladolid

Firma afilada

Álvaro Rubio puede amortiguar la caída blanquivioleta

Circula por las redes un vídeo de una explicación de Aitor Karanka en la que cuenta cómo Jose Mourinho argumentó cómo hacer una serie de sustituciones en la etapa de ambos con el Real Madrid. En dicha argumentación, el entrenador portugués explicaba cómo gestionar un grupo. Gestionar para liderar, todo lo contrario de lo que parece vivir el Real Valladolid en la actualidad de la mano de Álvaro Rubio.

Este Club tiene cientos de condicionantes y contextos que limitan el trabajo y la toma de decisiones del entrenador. Éste es un punto innegable, pero más allá hay detalles que no están bien liderados por el preparador riojano. Dejando siempre a un lado su figura como exjugador, el entrenador está siendo preso de su llegada al banquillo del primer equipo. La suya es una apuesta consensuada y aprobada por el vestuario. Es por ello que en el día a día y en la gestión de partidos y momentos no se ve nada de su mano.

«Este Real Valladolid tiene detalles incomprensibles desde antes del inicio del partido y hasta el minuto 96»

Este enfoque personal llega por diferentes motivos que se ven en cualquier momento del duelo. El Real Valladolid tiene detalles incomprensibles desde antes del inicio del partido y hasta el minuto 96. Es ilógico utilizar a Arnu para los minutos de la basura. Es tan incomprensible como la sensación de que Luis Pérez ha decidido no jugar los partidos como local. Sin comprender el peso del ‘2’ en la toma de decisión o la apuesta residual por el delantero de la cantera, no puedo llegar a comprender que en el Reale Arena la primera intervención del cuerpo técnico haya llegado pasada la hora de juego.

Este Real Valladolid necesita valentía. Los individuos y las individualidades necesitan de atrevimiento y cierta arrogancia. Tristemente, Álvaro Rubio no tiene estos rasgos. Por ello, el tiempo me lleva a tener clara la sensación de que Rubio es el entrenador que pide el vestuario, pero no el que requiere la situación. Entendiendo, como ya he argumentando, que ésta es una planificación con muchas ataduras, pero, con todo, la situación requiere de unos argumentos que el actual cuerpo técnico no está ofreciendo. 

Amortiguar el impacto
Desde la figura de Álvaro Rubio no se está firmando aquello que demanda la situación y el aroma es por una atadura con el vestuario. La sensación es innegable y es uno de los principales problemas por los que el Real Valladolid está lejos de su mejor nivel individual. La decadencia va a ser muy alta de aquí a final de temporada. No hay un líder que tome el control de la situación en momentos determinantes. La situación, ahora, no demanda, como cuenta Aitor Karanka en ese vídeo, tomar las decisiones que hagan fuerte el vestuario, sino las que lastren menos la imagen del Real Valladolid.

En muchas ocasiones, y en ese vídeo en particular, el entrenador debe tener la mirada que no tiene el aficionado. Actualmente, el Real Valladolid pide todo lo contrario. Es tan simple lo que se está viendo en el equipo del Estadio José Zorrilla que la coherencia debe reinar sobre un equipo en el que si no estás para jugar como local no debe jugar como visitantes y que si no rindes en la primera parte no mereces 15 minutos de revalida, por ejemplo. El simplismo y hasta el populismo deben mandar en la actual tendencia pucelana porque sólo desde ahí el impacto de la temporada más vergonzosa de la historia estará mínimamente amortiguado.

𝟭𝟵𝟴𝟴. 𝘗𝘦𝘳𝘪𝘰𝘥𝘪𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦𝘱𝘰𝘳𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘺 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦𝘯𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘜𝘌𝘍𝘈 𝘗𝘙𝘖. Creo que en el fútbol todo tiene el término apropiado y un porqué obligatorio. Por ello, desde 2007 llevo entrenando equipos y escribiendo sobre cómo entiendo este deporte