El fútbol obliga a análisis rápidos y directos. Todo pasa por la inmediatez y el corto plazo. El Real Valladolid, tras ganar al Real Betis, tenía un paso muy grande para creer en la salvación, pero tras perder (2-1) ante el RCD Espanyol, quizás, no. El análisis del resultadismo es esto, pero nada más lejos de la realidad. Tras la visita a Barcelona, el equipo pucelano está más cerca del objetivo. Es más, creo firmemente que tras el duelo ante los pericos, Diego Cocca está mucho más cerca de conseguir ‘su’ salvación. En ese detalle está la esperanza, pero, también, el problema.
El Real Valladolid se puede permitir pocos fallos para que la actualidad supere al pasado y elimine el nefasto poso dejado
Este viernes, tras el partido, leía a Javier Heredero, que el problema no era el partido sino el haber mantenido tanto tiempo a Paulo Pezzolano o, para afinar más, la idea del entrenador uruguayo en el Real Valladolid. Este equipo tiene para exponer más. El actual vestuario puede arriesgar un poco más en la propuesta, pero, quizás, ya es tarde. El Pucela tiene mucho que convencer, poco que fallar y demasiadas batallas que ganar. Analizando la situación del equipo esta semana, aseguraba que el duelo de este viernes no exigía resultado. Pedía respuesta, tendencia y credibilidad.
Tras lo conseguido ante el Real Betis, en fondo y formas, el Real Valladolid debía darle continuidad, y lo hizo. El duelo ante el RCD Espanyol tiene todo aquello que se le puede exigir al equipo. Por cualidades, momento y sensaciones. El remate fue el gran debe del equipo, pero éste no llegó pese a que el equipo generó hasta cuatro ocasiones claras de gol. El Pucela se mostró seguro, estable y convincente. Los blanquivioleta fueron un reflejo claro de lo que ha sido su preparador en las últimas semanas. El vestuario cumplió con los principios del discurso de su entrenador. El Real Valladolid, ahora, es convincente. Lo es porque las individualidades comienzan a dar resultado.
Tecla, sí. Clave…
Recuerdo una vez, en un entrenamiento de Jagoba Arrasate en el Club Deportivo Numancia, que le dijo a sus jugadores que el fútbol es cuestión de parcelas. «Si yo tengo limpia la mía puedo mirar a la de mis compañeros. Hasta entonces, no», dijo. El actual entrenador del RCD Mallorca resumió un juego colectivo desde la individualidad y éste es el momento que vive el equipo. El Real Valladolid, desde la individualidad, está convencido, y lo está por Diego Cocca. El argentino ha dado con la tecla, pero, quizás, no le da tiempo a dar con la clave final. El Real Valladolid se puede permitir pocos fallos para que la actualidad supere al pasado.
Con todo, y tras dos partidos con el sello y el trabajo del cuerpo técnico argentino, creo firmemente que Diego Cocca salvará a su Real Valladolid. Es decir, la clasificación parcial desde su llegada tendrá al equipo lejos de los tres últimos puestos. Estoy convencido porque creo que el equipo se encuentra bien y, además, el mercado de fichajes de invierno no lo puede empobrecer. Este Pucela va a ir a más en sus luchas actuales, pero, seguramente, no será suficiente para eliminar los posos de un pasado que se ha ratificado que debió terminar mucho antes.