Diego Cocca es nuevo entrenador del Real Valladolid. Sabe dónde llega, entiende la complejidad que va a tener la situación, conoce la dificultad que se va a encontrar…. y con todo piensa en su etapa en Gimnasia y Esgrima de la Plata entre 2009 y 2010. El entrenador argentino llegó al Estadio Juan Carmelo Cerrillo en una situación límite para la entidad, tal y como afirmó nueve meses después al despedirse. Tras cerrar su salida del club el 29 de septiembre de 2010, Cocca aseguró que él y su cuerpo técnico llegaron en «un momento muy difícil para Gimnasia, un momento en el que muchos entrenadores no querían coger el equipo». La dificultad del conjunto en diciembre de 2009 era muy alta y él arriesgó con su llegada, tal y como ocurre ahora en clave blanquivioleta.
Con sólo tres victorias en los últimos 19 partidos, el nuevo preparador pucelano arriesgó con su fichaje por Gimnasia. Es cierto que tenía poco que perder y que un banquillo en la élite argentina era goloso, pero con el tiempo, el enfoque es diferente. Ahora, quizás, no hubiera dicho que sí a aquella propuesta en la que peleó por evitar el descenso de categoría. Lo consiguió. Salvó la papeleta, pero se marchó dolido por la poca confianza posterior. El mundo argentino supo que llegó a un equipo muy debilitado y que lo revitalizó en poco más de cuatro partidos. Dos derrotas en los primeros nueve partidos en el equipo demostraron que supo hacerse con el grupo y la situación.
Desde entonces han transcurrido casi 15 años y Diego Cocca ha acumulado una experiencia mucho mayor y, también, vivencias en situaciones como ésta. El suyo, ahora, es un perfil más trabajador, dogmático y de experiencia y Gimnasta y Esgrima de la Plata sumó mucho para el estilo con el que se va a encontrar el Estadio José Zorrilla. Gestión de día a día, asumir galones propios del puesto pero, también, ajenos a sus obligaciones, liderar la respuesta del equipo, hacerse altavoz de la entidad… Estos fueron algunos de los mundos movimientos que tuvo que asumir Cocca en aquella etapa de nueve meses en Gimnasia. Lo hizo con rotundidad y resultados. Duplicó los puntos del equipo hasta llevarlo a una promoción de salvación que consiguió solventar. Sufrió, si, pero consiguió aquello por lo que se le fichó en un momento en el que parecía muy difícil poder hacerlo.
Plantilla deficitaria
En aquel momento, Gimnasia era un entidad a la deriva. Cada temporada era más complicada que la anterior. Mucho se escribió y comentó en la etapa de Cocca que el equipo veía reducido su potencial ante cada mercado. Por ello, y pese a la agónica salvación conseguida, el siguiente campeonato se inició con una plantilla debilitada. El Club dio salida a varios de sus jugadores. Estos contextos se asemejan mucho a lo que se va a encontrar en el Estadio José Zorrilla. ¿Le ha asegurado Ronaldo Nazário o Domingo Catoria que se mejorará la plantilla en el mes de enero? Actualmente se cree más en la salida de Raúl Moro de Pucela que en la llegada de jugadores y perfiles muy necesarios. Es más creíble la venta del ’11’ que la incorporación de un lateral izquierdo, por ejemplo.
«Diego Cocca potencia la caótica actualidad pucelana» | La opinión de su llegada del entrenador argentino
Cocca arriesga en asumir galones y liderazgo en un club a la deriva. Lo hace prendado por el concepto de «élite» que define al Pucela, pero sabiendo que la actualidad hace que el Real Valladolid no tenga futuro. De Gimnasia y Esgrima de la Plata salió en diciembre de 2009, pocos meses antes de que, tras tres entrenadores más, el club perdiera la categoría después de casi tres décadas en la élite. La situación, ahora, se asemeja mucho a la vivida en aquella breve, intensa y, por momentos, gratificante etapa en el Estadio Juan Carmelo Cerrillo de Buenos Aires.
