La linterna de Velasco

La linterna de Ángel Velasco, desde el 20 de febrero de 2007 informando y opinando sobre el Real Valladolid

Corta y al pie

El estado de ánimo del Real Valladolid es diferente

El mundo del fútbol está marcado y definido por muchas frases. Alguna de ellas está hecha para analizar diferentes puntos y situaciones, y el Real Valladolid es el ejemplo claro en la actualidad. En la victoria ante Burgos CF en el Estadio José Zorrilla se ha podido ver que el aspecto psicológico de los de Paulo Pezzolano es otro totalmente diferente al de hace semanas. Los blanquivioleta se muestran seguros y convencidos y hacen buena la reflexión que asegura que «el fútbol es un estado de ánimo». La victoria (0-1) ante el Real Oviedo ha multiplicado la ambición del equipo desde el preciso instante en el que se ha confirmado la motivación colectiva.

El derbi regional ante el equipo de Jon Pérez, Bolo, ha ratificado que los pucelanos no están aún hechos en lo que a la fuerza de un grupo y un modelo de juego se refiere, pero sí que están seguros y convencidos de que tienen calidad y posibilidades para ganar partidos. El Real Valladolid está fuerte desde la confianza individual de muchos de sus jugadores y desde ellos se ha cambiado la cara de un equipo que hace semanas era un desastre por el poco convencimiento individual.

Los tres puntos sumados ante el Fútbol Club Cartagena liberaron al equipo. Más tarde, la citada victoria en el Estadio Carlos Tartiere potenció a un vestuario que, ante el Burgos, ha mostrado una versión muy cercana a la de un equipo seguro y convencido. Aún hay margen de mejora individual y, ante todo, colectivo, pero los de Paulo Pezzolano tienen otro rostro. El lenguaje gestual de los jugadores nada tiene que ver con el mostrado en semanas atrás. El equipo tiene capacidad de respuesta, convencimiento y, ante todo, seguridad. Así, el estado de ánimo lleva a ganar de forma contundente un duelo en el que no ha sido superior al rival.

Un aroma diferente
El Burgos CF ha comenzado bien el duelo y no ha perdido la cara pese al tempranero tanto de Marcos André. Los visitantes tenían la inercia de su último partido, pero la contundencia local y la seguridad blanquivioleta con el marcador a favor ha generado un duelo de aciertos muy diferenciados en el que el Real Valladolid ha golpeado en los momentos precisos. Destellos de calidad como el golpeo de Monchu Rodríguez en el segundo gol o la ‘asistencia’ de Robert Keendy en el tercero marcan un nuevo estado de confianza de un grupo que, ahora, se ve capacitado para atacar todos los frentes.

Ahora, tiene seguridad. Hace sólo tres semanas, tras el empate (1-1) ante el Elche CF, por ejemplo, nada hacía pensar que el Real Valladolid podría cambiar de una forma tan rápida y contundente su estado de ánimo. Desde él y con él se puede variar la tendencia de la temporada, aquélla que con tres victorias y la muestra de un potencial individual enorme tiene otro color. La actualidad deja otra sensación totalmente diferente. El estado de ánimo es otro. En el equipo y en la grada.

𝟭𝟵𝟴𝟴. 𝘗𝘦𝘳𝘪𝘰𝘥𝘪𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦𝘱𝘰𝘳𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘺 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦𝘯𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘜𝘌𝘍𝘈 𝘗𝘙𝘖. Creo que en el fútbol todo tiene el término apropiado y un porqué obligatorio. Por ello, desde 2007 llevo entrenando equipos y escribiendo sobre cómo entiendo este deporte