La linterna de Velasco

La linterna de Ángel Velasco, desde el 20 de febrero de 2007 informando y opinando sobre el Real Valladolid

Corta y al pie

Quizás Paulo Pezzolano merece un voto de confianza

Las ruedas de prensa son, para mí, determinantes en el mundo del fútbol. Dicen mucho. ¡Muchísimo! En el actual Real Valladolid, por fortuna, es así. Paulo Pezzolano habla mucho en sus comparecencias públicas. Lo hace con claridad y sin miedo, sobre todo en las previas, aquéllas en las que tiene tiempo para preparar qué quiere decir y cómo. Con la frialdad del tiempo, el técnico uruguayo consigue aportar sensatez al momento de su equipo. Por ello, y siguiendo el guión que ha marcado en las últimas semanas, creo que que se merece un voto de confianza tras la victoria en Oviedo.

En la rueda de prensa previa al duelo ante el Fútbol Club Cartagena, el preparador blanquivioleta tuvo que tragar saliva en varias ocasiones. Se mascaba la tensión en la sala de prensa del Estadio José Zorrilla. Él mismo pudo asegurar que se le criticaba por todo. Si gesticula, si no lo hace… Cuando los resultados no llegan, los cuchillos se afilan. Ahora, tras dos victorias agónicas del equipo, la situación es diferente. El resultadismo templa los nervios, pero lo que los calma de verdad es ver que el camino marcado por el líder comienza a vislumbrarse.

Dentro de esa exposición clara y contundente que Pezzolano suele hacer de la situación del Real Valladolid, él ha pedido tiempo para conseguir un equipo serio, fiable y seguro, aquél que se ha podido ver en el Estadio Carlos Tartiere en la segunda parte y, ante todo, en los últimos 25 minutos. En esa franja el equipo fue maduro, evolutivo y rotundo. En un fútbol en el que no consiste ser mejor que el rival sino, más bien, conseguir hacer tu partido, el Real Valladolid puede darse por contento y no sólo por ganar en el minuto 93. El cómo se ganó señala un camino costoso y aún nublado pero que comienza a ser real.

Incomodidad y seguridad
El equipo blanquivioleta se mostró seguro en el partido en todas las fases de él. Sufrió en el inicio, sí, pero supo hacerlo. Se ajustó al devenir del duelo y consiguió llegar al descanso con una tendencia positiva. Tras los primeros 45 minutos, el duelo estaba más en lo que quería y buscaban los visitantes que los locales. La balanza ya estaba inclinada en favor blanquivioleta. Tras el paso por vestuarios, el Real Valladolid no tuvo prisas y fue progresivamente a por el duelo. Incluyendo la presencia de dos delanteros, el factor diferencial de Raúl Moro fue determinante.

Si prisas y correcto tácticamente, el aroma en los últimos 25/30 minutos era positivo. El Real Valladolid ganó muchas segundas jugadas y se supo anteponer al rival. El Real Oviedo no veía peligrar el duelo, pero se encontraba incómodo. Si bien los pucelanos conseguían mostrarse seguros y convincentes, el rival estaba dudando. ¿Cómo se ve que un planteamiento está saliendo bien? Ganando segundas jugadas. ¿Cómo se ve que un equipo está incómodo? Analizando la cantidad de errores no forzados.

Bajo este guión, el gol de Marcos André en el minuto 93 es justo. Lo es por la templanza, la seguridad, la madurez y la evolución que el Real Valladolid ha mostrado en el partido. El encuentro ha tenido muchas fases pero en todas el equipo de Paulo Pezzolano ha mostrado aquéllo que el uruguayo ha avisado que iba a buscar por creencia en ello. Viendo que lo que asegura va apareciendo, pese a decisiones que sigo considerando innecesarias, entiendo que Pezzolano y su cuerpo técnico se merecen un voto de confianza. No por dos victorias consecutivas sino porque estas llegan por lo que el entrenador asegura que están trabajando y preparando.

𝟭𝟵𝟴𝟴. 𝘗𝘦𝘳𝘪𝘰𝘥𝘪𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦𝘱𝘰𝘳𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘺 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦𝘯𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘜𝘌𝘍𝘈 𝘗𝘙𝘖. Creo que en el fútbol todo tiene el término apropiado y un porqué obligatorio. Por ello, desde 2007 llevo entrenando equipos y escribiendo sobre cómo entiendo este deporte