En muchas ocasiones he escuchado que se me acusaba de «hablar sólo de fútbol». Mis padres. mi mujer… Parece que sólo sé hablar del mismo tema, algo a lo que se le acusa, también, a José Rojo, Pacheta. El entrenador burgalés lo aseguró en varias ocasiones en sus comparecencias como entrenador del Real Valladolid. «Hablo de lo que sé», concluía la contestación del expreparador pucelano. Pienso de una forma similar a Pacheta al ver el fútbol como la vida y el último ejemplo es la sanción de cuatro partidos a Paulo Pezzolano: «El fútbol como la vida se define por las formas», me atrevería a decir.
Siempre he defendido que lo importante no es lo que consiga sino cómo lo hagas. El resultadismo no es lo más importante, dentro de la relevancia que siempre tiene. Bajo ese camino, visión y enfoque, creo que lo importante y lo destacado no son los cuatro partidos de sanción al entrenador uruguayo del Real Valladolid. Lo destacado y lo preocupante son las formas. No me gustó nada la expulsión del entrenador vallisoletano en el Estadio de El Madrigal. Creo que fue populista e innecesaria. Una actitud así es injustificable. Nada tiene que ver con la actualidad.
Tras la derrota (2-r) ante el Atlético de Madrid, Pezzolano fue sincero y dijo algo obvio. Si alguien ve esa acción en una cámara, repetida y a su gusto en la velocidad seleccionada y no la pita es porque no quiere. Con objetividad y, ante todo, con honestidad, no hay otro enfoque posible. Lo que dijo el uruguayo es la verdad. Sin vehemencia y en los términos correctos, la sanción es exagerada e injusta.
Ganarse el respeto
Ésta es una situación perjudicial y, además, supone, tal y como asegura el Club «un agravio comparativo» impresionante. Con todo, ver ratificada la sanción a pocas horas del debut blanquivioleta confirma el poco respeto con el que es mirada la entidad blanquivioleta por diferentes instancias. Es aquí donde entra, nuevamente, Ronaldo Nazário y su figura. La llegada del brasileño suponía un importante cambio de imagen de la entidad. Se esperaba que ésta iba a ser vista de otra manera, pero nada más lejos de la realidad. Todo sigue igual.
En un momento de debilidad, el Real Valladolid no es respetado porque, muy posiblemente, éste no se hace respetar como debería.Ya sea en una competición o en otra, estos son detalles que sólo ocurren a la entidad blanquivioleta. ¿Por qué? ¿Por qué con Ronaldo Nazário? ¿Se le respeta a él? ¿Se hace él respetar?