Los tres partidos disputados en pretemporada hasta la fecha dejan la sensación de que el Real Valladolid debe crear puntos fuertes de su juego y, para ello, obviamente, necesita jugadores que definan su estilo de juego. Con sólo 12 futbolistas con dorsal de primer equipo en la convocatoria ante el Club Deportivo Mirandés, los de Paulo Pezzolano aún deben definir su estilo por mucho que el uruguayo haya dibujado parte de cómo quiere conseguir los objetivos. Dentro de las bases creadas por el cuerpo técnico faltan presencia ofensiva y variantes en ataque. Bajo estas necesidades el nombre de Jaime Seoane es como un anillo en el dedo. Casa a la perfección.
Analizando al jugador, tal y como diría Sergio González, desde «su mejor versión», al madrileño se le debe analizar por su rendimiento en la último temporada que disputó en LaLigaHypermotion. En ella, vistiendo la camiseta de la Sociedad Deportiva Huesca, sumó 40 partidos y 14 goles. En los más de 3.200 minutos que le abrieron las puertas de LaLiga EA Sports, Seoane se definió como un jugador completo en las variantes que puede ofrecer para llegar a los metros decisivos del terreno de juego.
Llegador, con buena definición, con último pase y con un golpeo de balón preciso en corta, media y larga distancia, Seoane ofrecería mucho al equipo. Su llegada dotaría a los pucelanos de variantes y posibilidades. Cómodo en el juego interior, el suyo no es un perfil de centrocampista para el juego posicional. Él suma más. Con buenas conducciones y una velocidad nada desdeñable, su llegada dotaría al Real Valladolid de muchas variantes. En el momento en el que está el equipo, un futbolista como Seoane es diferencial. En la planificación de un vestuario ganador para la temporada, también.
Corto y medio plazo
Si bien es cierto que su estilo casa a la perfección con la teoría que busca Pezzolano pero, sobre todo, con las carencias y necesidades actuales del equipo en ataque, su llegada sería otro golpe de mesa para la imagen del equipo. Visualmente es un jugador de la élite con una inmejorable hoja de presentación en la categoría y en una edad perfecta para consagrar la explosión que ya ha tenido en Segunda. Su última aportación en LaLiga Hypermotion fue determinante y definió qué estilo de juego necesita. En una propuesta con libertad de movimientos, oleadas de ataque, llegada al área, presencia en campo contrario y creación de segundas jugadas, Seoane sumará mucho al Real Valladolid. Desde el más corto plazo posible.
Con un perfil físico similar al de Monchu Rodríguez, el Real Valladolid dotaría de mucha llegada y finalización al equipo con la adquisición del madrileño. Esa similitud con el balear no excluye la presencia de ambos por la facilidad que puede tener el exazulón de sumar desde el juego exterior, pero no tanto en él. Ese movimiento de fuera a dentro dotaría a los pucelanos de muchas variantes para la temporada pero, mirando a corto plazo y sabiendo de las posibilidades de mercado hasta el último día de la ventana, Seoane taparía muchas del las carencias actuales del equipo y la indefinición de sus grandes fortalezas, aquéllas que estarán marcadas en los dos primeros meses de competición.