Cada verano me gusta reflexionar sobre el poco peso y relevancia que tienen los partidos en la pretemporada. La poca relación de un partido de pretemporada con el primer duelo de competición queda reflejada temporada tras temporada. El peso de un duelo a otro es irrelevante. Del último encuentro de preparación al primer de competiicón hay mucha diferencia. Del primero encuentro veraniego al primero liguero, un abismo. Las diferencias son enormes, y para el Real Valladolid 2023/2024, más. Mucho más.
Ver el once titular de Paulo Pezzolano para la visita a Ávila me confirmaba esa sensación. El primer duelo del Real Valladolid en pretemporada no va a tener peso en el estreno liguero, pero, en esta ocasión, el análisis, va más allá. El encuentro pucelano ante el Club Deportivo Leganés carece, incluso, de parte de sentido.
Cualquier entrenador tiene que hacer rotaciones en el primer duelo de verano. La preparación blanquivioleta tiene un criterio. Pezzolano y su grupo de trabajo quieren cargar de menos a más. Esa populista necesidad de exigir al equipo en los primeros días con sesiones dobles es innecesaria. No se puede cargar de vacío. Ni de entrenamientos ni de minutos de rodaje. Este punto es lógico, pero luego está la utilización y el aprovechamiento de estos minutos. Ese es otro punto.
El beneficio que el Real Valladolid va a obtener del primer partido de la pretemporada, tanto en el verano completo como de cara al debut liguero, es muy reducido. El estado de la plantilla, la necesidad de fichajes, las obligatorias salidas, las bajas acumuladas en los primeros días de entrenamiento, las ausencias acumuladas de la pasada temporada… La visita a Ávila dejó muy poco contenido para analizar y sí un resultado abultado que, honestamente, no dice ni debe decir nada. El Real Valladolid del estreno liguero ante el Real Sporting de Gijón nada tendrá que ver con el del primer partido.
Protagonistas
Es lógico. Siempre. En todas las pretemporadas y en todos los equipos, los primeros partidos tienen poca relevancia aunque, ciertamente, en el Real Valladolid 2023/2024 va a tener menos peso que en ningún otro equipo y temporada. Es por ello que el resultado es menos importante que nunca. Si jamás debe serlo, con tan pocos protagonistas reales, mucho menos.