La linterna de Velasco

La linterna de Ángel Velasco, desde el 20 de febrero de 2007 informando y opinando sobre el Real Valladolid

Reflexiones express

Yo hubiera valorado ahora la destitución de Pacheta

Siempre he sido muy de la personalidad de José Rojo, Pacheta, y siempre lo voy a ser. Desde hace años me gusta su estilo, pero no por ello soy ajeno a los errores que ha cometido en el Real Valladolid y a la dinámica que estaba mostrando el equipo en las últimas semanas. Pese a ello, yo no hubiera prescindido de él en estos momentos. Por muy mal que estuviera el duelo ante el Real Madrid, que lo estuvo, no se puede destituir a un entrenador por una visita al Estadio Santiago Bernabéu. Por un lado está la exigencia y, por otro, lógica. «No se puede ser más papista que el papa», que se dice.

Perder por seis goles es duro, sí, y lo es independientemente del rival y del lugar. Una goleada así hace mucho daño en el fútbol profesional, pero en él también hay que saber elegir el momento y éste, muy posiblemente, no era el de un cambio. El partido fue malo, casi tanto como el disputado ante el Athletic Club. Creyendo que en ambos duelos el equipo no estuvo bien y no ofreció una idea clara ni, tampoco, una respuesta válida ni contundente, prescindir de un entrenador por una goleada es un error.

Esa goleada puede decir mucho, como es el caso, y puede poner al entrenador en una situación comprometida, pero no en la calle. «Cambio necesario, momento inapropiado», leía a Adrián Gómez, periodista de Radio Marca Valladolid en su Twitter, y tiene gran parte de razón. El cambio de entrenador podría ser «necesario», pero no en este momento y no, obviamente, en las formas en las que se ha producido. El Real Valladolid ha mostrado detalles de que le decisión es propia de una arrebato y ese es el principal problema, pero no el único.

Único responsable
El Estadio José Zorrilla se mueve por impulsos y por justificaciones pobres sobre una realidad innegable. El equipo estaba mal y el ‘pachetismo’ se estaba diluyendo, tal y como mostró el Santiago Bernabeú. No había nadie tras la debacle del domingo que no señalara al entrenador, pero muy pocos le consideraban el único responsable, tal y como ha afirmado el Club con su decisión. Las formas de las dos últimas derrotas obligaban a analizar la situación y a examinar al entrenador, pero no de forma definitiva.

𝟭𝟵𝟴𝟴. 𝘗𝘦𝘳𝘪𝘰𝘥𝘪𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦𝘱𝘰𝘳𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘺 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦𝘯𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘜𝘌𝘍𝘈 𝘗𝘙𝘖. Creo que en el fútbol todo tiene el término apropiado y un porqué obligatorio. Por ello, desde 2007 llevo entrenando equipos y escribiendo sobre cómo entiendo este deporte