La linterna de Velasco

La linterna de Ángel Velasco, desde el 20 de febrero de 2007 informando y opinando sobre el Real Valladolid

Linternazos

El respeto hay que ganárselo pero, también, se exige

El Real Valladolid perdió (2-1) en el Estadio de Montilivi en un partido duro. Si ganar en el tiempo de añadido es una motivación, caer en los instantes finales es un mazazo considerable. Pese a que las formas fueran anunciadas por José Rojo, Pacheta, en la previa, los blanquivioleta se fueron muy dolidos de tierras catalanas. El resultado, las formas y el arbitraje marcaron la quinta jornada de LaLiga Santader. No hay que tener miedo en señalar que la actuación arbitral fue crucial en el resultado final y en la tendencia del partido. El penalti no señalado sobre Gonzalo Plata fue determinante y sería muy necio no señalarlo en un análisis completo del encuentro.

Los vallisoletanos fueron perjudicados gravemente en el encuentro ante el Girona FC. No se puede tener miedo en señalarlo ni, tampoco, reparos en pedir justicia o, como poco, en pedir respeto, tal y como hizo Pacheta en la rueda de prensa posterior. El burgalés estuvo brillante e sus quejas por el penalti no señalado. Días más tarde, David Espinar, no. El director de gabinete de presidencia del Real Valladolid, aseguró en La8 de Castilla y León Televisión que «nadie puede demostrar que, protestando públicamente, te favorecen o no te perjudican los árbitros». Considero que tal afirmación no es lo que el entorno blanquivioleta necesita tras un partido como el vivido.

«No es signo de mediocridad señalar que el uso del VAR ha dado perjuicios relevantes al Real Valladolid desde su instauración»

Lo que David Espinar afirma es cierto. Nadie lo asegura, pero tan cierta como ello es la necesidad de que desde el Estadio José Zorrilla se eleve la queja ante una acción tan determinante, diferencial, perjudicial y calamitosa como esa. Además, éste es un perjuicio repetitivo. No es signo de mediocridad señalar que el uso del VAR ha dado perjuicios relevantes al Real Valladolid desde su instauración.

Cuestión de altavoz
No creo en el dicho que asegura que «el que no llora no mama», pero sí que entiendo que el que no pide respeto, volverá a ser maltratado y nunca será respetado. El respeto se gana pero, también, se exige y es lo que debe hacer el Real Valladolid tras la enésima acción incompresible que vive en contexto arbitral. La imagen blanquivioleta quedó señalada en Montilivi de forma pública y es éste el mismo camino que debe buscar la entidad.  Las formas muy poco tienen que ver con los canales. Mostrar perplejidad, como hizo Pacheta en Montilivi, no supone un problema y sí es una necesidad que el Club no quiere pero que él mismo necesita. Por orgullo y por su entorno.

No creo que haya que hacer lo que el entorno pida, pero sí lo que el entorno necesite. En el fútbol se nos llena la boca al asegurar que este deporte es lo que «su afición» quiera. Las palabras existen, pero las pruebas, no. Si el Real Valladolid es lo que «su gente» quiera, ésta demanda respeto por una acción determinante en un resultado perjudicial. El Real Valladolid no puede menospreciar su imagen y lamerse sólo las heridas. Estas deben ser expuestas, argumentadas y valoradas. Para todo ello, debe ser el propio Club el que señale los perjuicios que está sufriendo y con el altavoz más elevado posible.

𝟭𝟵𝟴𝟴. 𝘗𝘦𝘳𝘪𝘰𝘥𝘪𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦𝘱𝘰𝘳𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘺 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦𝘯𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘜𝘌𝘍𝘈 𝘗𝘙𝘖. Creo que en el fútbol todo tiene el término apropiado y un porqué obligatorio. Por ello, desde 2007 llevo entrenando equipos y escribiendo sobre cómo entiendo este deporte