La linterna de Velasco

La linterna de Ángel Velasco, desde el 20 de febrero de 2007 informando y opinando sobre el Real Valladolid

Los partidos, en frío

El ejemplo de personalidad de Pacheta en el Pizjuán

Inicialmente, me sonó mal. Incluso me pareció una afirmación populista que buscaba mantener el discurso de la temporada pasada, pero no. En frío, la explicación de José Rojo, Pacheta, de por qué había perdido (0-3) el Real Valladolid ante el Villarreal CF me pareció lógica. Analizando los 30 segundos que transcurren entre el robo de Sekou Gassama y el gol de Álex Baena detecté esa falta de «valentía» y convencimiento de la que Pacheta hablaba en la rueda de prensa tras el partido. El burgalés lo tenía claro y sabía que debía asumir el liderazgo de la situación

El Real Valladolid debe ser valiente en LaLiga Santander. El cambio de categoría no debe variar el modelo de juego del equipo. Los jugadores se deben atrever y para que ellos lo hagan, el entrenador debe mostrar o liderar ese mismo atrevimiento. Bajo estas premisas, Pacheta convenció al equipo en el Estadio Ramón Sánchez Pizjuán. El empate lleva el sello del entrenador. Sin duda. El conjunto vallisoletano sumó porque firmó una segunda parte llena de atrevimiento y valentía. Sin ese proceso de evolución en el juego, el Real Valladolid no hubiera puntuado. El equipo no lo hubiera hecho sin la mejora de los segundos 45 minutos y ésta no se hubiera producido si Pacheta no hubiera asumido el riesgo y la personalidad de ser valiente y atrevido.

¿Por qué fue Pacheta atrevido? Por asumir el control del partido. ¡El entrenador del Real Valladolid no se amilanó por el rival ni por el lugar! Para sumar, el Pucela tiene que ser atrevido, valiente y descarado y Pacheta lo fue desde que se llegó al tiempo de descanso. La primera parte tuvo un Sevilla FC dominador. Los de Julen Lopetegui supieron llevar el encuentro a su terreno. Fueron superiores al Pucela. Sin llegar ni, tan siquiera, rozar el partido que vio y analizó el entrenador sevillista, los locales consiguieron «someter», como describió Pacheta, a los blanquivioleta. A los pucelanos les costaba sacudirse ese dominio. No por falta de intención ni envueltos por el ambiente sevillano.

23 minutos sin cambios
El Real Valladolid robaba, sí, pero no conseguía leer con fuerza el primer movimiento tras ese cambio de poseedor. Los blanquivioleta no salían con fuerza de su campo. Obviamente, Pacheta lo vio y lo ajustó en campo contrario. Llegar al descanso y dar por bueno el resultado era ilógico. El burgalés lo hizo y asumió el liderazgo de la situación, pese a las trabas que se encontró en el propio partido. Realizar dos sustituciones por lesión condiciona cualquier lectura e intervención de partido, pero este Pucela sabe que un condicionante es sólo eso. Escudarse en ello es ilógico, contraproducente y, también, de carácter perdedor.

Así, y lejos de centrarse en esas dos sustituciones obligatorias, Pacheta cambió el partido desde el banquillo. Si los mejores minutos del debut ante los de Unai Emery llegaron tras el triple cambio que realizó a los 10 minutos de la reanudación, en Sevilla pasó algo similar. El Real Valladolid creció desde los ajustes y los nuevos protagonistas pero, sobre todo, desde el carisma y la personalidad que transmitió el cuerpo técnico, el mismo que señalaba a la «valentía» como el principal problema de la primera derrota de la temporada.

No hay nada en la vida, y en el fútbol, como mostrar el camino y el entrenador burgalés lo hizo. «Si quiero que mi equipo sea valiente, yo debo ser el primero que cunda con el ejemplo», debió pensar. Bajo esa sensación, adelantó las líneas del equipo, ajustó detalles para llevar el balón tras el robo y tomó las decisiones que debía tomar, independientemente del momento y de los jugadores. Con ello, el Real Valladolid mostró mucho de lo que el entrenador quiere que su equipo tenga y todo aquéllo que el propio Pacheta lleva dentro.

𝟭𝟵𝟴𝟴. 𝘗𝘦𝘳𝘪𝘰𝘥𝘪𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦𝘱𝘰𝘳𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘺 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦𝘯𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘜𝘌𝘍𝘈 𝘗𝘙𝘖. Creo que en el fútbol todo tiene el término apropiado y un porqué obligatorio. Por ello, desde 2007 llevo entrenando equipos y escribiendo sobre cómo entiendo este deporte