¡Cuánto confunden las pretemporadas! Es tan difícil entender cómo llega un equipo a un amistoso o cuáles son los objetivos reales para cada partido que es imposible sacar conclusiones claras a un periodo de preparación. Creyendo que lo importante es el día a día y la preparación diaria y no la imagen ni los resultados de los partidos, el verano confunde en la creación de ilusiones y expectativas. Tanto colectivas como individuales. En lo que respecta al Real Valladolid 2022/2023, estas están están siendo cautelosas en lo que a rendimiento se refiere, pero no sobre la idea.
José Rojo, Pacheta, lo prometió y, por el momento, no está decepcionado. Con mejor o peor imagen, su Pucela está siendo lo que él había prometido este verano. El preparador burgalés fue muy ambicioso en su presentación como entrenador blanquivioleta en julio de 2021. Todo lo que aseguró aquel día, por ilusionante que fuese, lo cumplió. Ahora, en su afán porque el Pucela sea ofensivo, protagonista y dominador, el burgalés está cumpliendo con todo lo prometido. Él aseguró que la idea iba a ser la misma y lo está consiguiendo. Ya sea ante equipos de inferior categoría o no, como el caso del Stade Brestois 29, los pucelanos han mostrado la identidad que se espera porque es aquélla que se ha prometido.
Necesitando aún de detalles, alternativas y variantes, el Real Valladolid de Pacheta está demostrando en los amistosos disputados que la idea de vivir en campo contrario va a ser la misma. Sin extremos que lleguen hasta línea de fondo con insistencia, el estilo de juego del Pucela lo van a definir los laterales y estos viven en campo contrario con fuerza e insistencia. Ya sea Iván Fresneda o Luis Pérez por una banda, y Lucas Olaza y Sergio Escudero, por la otra, el Real Valladolid expone a estos jugadores para confirmar su estilo.
Naturalidad
Lo hace como lo hacía la temporada pasada. Con los dos partidos más determinantes de la preparación de verano aún por delante, Pacheta ha conseguido mantener las ideas de presión alta, equipo avanzado y líneas de pase por delante de balón. En el Estadio de El Plantío o en el Estadio de El Toralín se consiguió ver que lo prometido por el burgalés no era un farol y el Real Valladolid va a ser igual. Poniéndole el adjetivo que se quiera.
Poco se tardará en leer o escuchar que jugar «así» en LaLiga Santander es un «suicidio», pero el burgalés tiene claro qué estilo le viene bien a su equipo y a sus jugadores. Por ello, el perfil de aquellos que están cerca de llegar, como Konrad de la Fuente, es propio de esta propuesta y de aquella identidad que quiere vivir en campo contrario, que presiona de forma avanzada y que siempre tiene una línea de pase por delante de la altura de balón. Bajo esas premisas, Pacheta quiere ganar segundas jugadas, tener varias opciones al remate, hacer sufrir al rival en la salida de balón…
Lo mejor de toda esta permanencia del estilo es la naturalidad con la que lo está haciendo el Real Valladolid. El equipo y sus integrantes saben que si están, nuevamente, en LaLiga Santander es por un estilo protagonista y ambicioso. El modelo, ahora, no se negocia y no por testarudez sino por resultados y por todo lo que han generado esos éxitos. Con ellos y por ellos, el estilo va a ser el mismo. Aunque sea pretemporada, Pacheta no mintió cuando aseguró que no iba a cambiar el modelo. Sus palabras no eran un farol, como tampoco lo fueron en su presentación. Entonces costó, pero el tiempo le dio la razón. Como lo está haciendo este verano