El movimiento de la renovación de Iván Fresneda por el Real Valladolid es tan interesante como importante. Es cierto que se trata de un jugador en edad juvenil y de un lateral derecho que apenas ha sumado ocho partidos en el Promesas y dos con el primer equipo, pero su continudad hasta 2025 es una firma que supone una muestra de cierto poderío del Club. La entidad refuerza la seguridad del proyecto al mantener a un jugador que suscitaba interés en otros conjuntos.
El suyo es un movimiento interesante y que, obviamente, demuestra confianza en el jugador. El Real Valladolid cree en el madrileño. ¿Para cuándo? Ésta es la gran pregunta que me suscita su renovación hasta 2025. Apostar por su ampliación de contrato es relativamente fácil. Eso sí, la entidad ha querido hacer este tipo de movimientos en otros momentos y no los ha conseguido. Ahora, con el regreso a LaLiga Santander, la firma ha sido más sencilla y, en parte, lógica. El interés de otros equipos en él obligaba a una apuesta mayor. Ahora, llega la confirmación y los tiempos de ésta.
El Estadio José Zorrilla ha atado al lateral. El movimiento es bueno, pero la apuesta está en el aire aún. Lo está porque el mercado está abierto y el Real Valladolid va a tener la tentación de firmar un lateral derecho que acompañe a Luis Pérez y que compita de forma directa con el utrerano por el puesto. Si se habla de cumplir plazos, de formar al jugador y de reforzar el carril del ‘2’, la confianza por el madrileño existirá, pero no será una apuesta y sí un movimiento firmado más por miedo que por seguridad en la firma.
Movimiento redondo
La apuesta ha dado un paso muy importante. Ahora toca confirmarla. ¿Cómo? Inicialmente, sin mirar al mercado para reforzar el lateral y dar por cerrado el puesto. Contar con él y con Luis Pérez es un riesgo, pero es un movimiento de Club y una medida de una entidad como la que quiere ser el Pucela. Cerrado el mercado y sin otro ‘2’, la confirmación definitiva por el jugador será dejar de ser noticia que está «en dinámica» de primer equipo, tal y como se anunció con su renovación. Si se confía en él, debe «ser» jugador del primer equipo desde la visita del Villarreal CF al Estadio José Zorrilla. Ahí, el movimiento será redondo. Hasta entonces, no.