La linterna de Velasco

La linterna de Ángel Velasco, desde el 20 de febrero de 2007 informando y opinando sobre el Real Valladolid

Enfoques

Pacheta es el responsable de la expectación por Plata

Gonzalo Plata es nuevo jugador del Real Valladolid. Lo de ‘nuevo’ atiende al concepto de propiedad que ha adquirido el club pucelano sobre él. El atacante ecuatoriano es blanquivioleta y lo es gracias a José Rojo, Pacheta. Repasando las redes sociales y las interacciones con el Club, ningún fichaje en los últimos 10 ó 12 años había generado tanta expectación. Ni Shon Weissman en 2020, y ya es decir. El ecuatoriano ha multiplicado la ilusión por el ascenso blanquivioleta y todo es gracias al entrenador burgalés.

Pacheta no ha apostado económicamente por el jugador pero sí que ayudó, y mucho, a que el futbolista pudiera explotar y, sobre todo, que no fuera juzgado en exceso pese a merecerlo. La temporada del ’12’ va a ser recordada por el gol en la victoria (3-0) ante el Sociedad Deportiva Huesca y por un final de campaña de gran nivel. Ahora, el Real Valladolid apuesta por ese jugador, el mismo al que el cuerpo técnico le dio la oportunidad de rendir cuando nadie lo hubiera hecho.

Antes de dicho rendimiento, Plata fue exigido, expuesto y protegido. A partes iguales. Todo por el bien del equipo y el suyo propio. El Real Valladolid supo jugar sus cartas tras un acto de indisciplina del ecuatoriano muy grande. El Club supo cómo liderar aquella compleja situación porque su entrenador mostró el carisma y el liderazgo que le caracteriza y que tanto necesitaba aquel momento. Otro hubiera tomado el camino fácil. Pacheta apostó por el jugador, el convencimiento y el trabajo.

Cuando la operación de fichaje estaba acerca de cristalizar, realicé un pequeño hilo de opinión en Twitter sobre el jugador, aquél que está totalmente ligado a Pacheta. La realidad intangible sobre Gonzalo Plata en el Real Valladolid es que aquel accidente de trafico en el mes de diciembre fue la gota que colmó el vaso. De muchos. De parte del Club, de un gran sector de la afición, de una sección del vestuario y de, incluso, parte del cuerpo técnico. Era la acción más dura pero, también, la confirmación de una etapa irregular en el rendimiento y en la predisposición del jugador.

Esta situación, casi límite, llegó en el mes de diciembre y el Club tenía la opción de negociar su salida. Quizás era lo mejor. Económicamente el Real Valladolid iba a perder en la situación, pero el beneficio del grupo podría ser muy alto. El Club lo valoró, seguro, pero Pacheta arriesgó. Apostó por el jugador y le exigió. Le negó dos partidos. Probó su respuesta y, de paso, le protegió del clima. Dos encuentros sin jugar en el Estadio José Zorrilla llevaron al futbolista a valorar todo de otra forma.

Así, y con el apoyo del burgalés, Plata cerró el 2021 con una titularidad en San Sebastián. Haber jugado ese partido como visitante ayudó para crear una tendencia de la que tirar y con la que cerrar aquel acto de indisciplina. Con la victoria (0-2) en el Reale Arena y el parón de Navidad, la crispación descendió y el jugador tuvo la opción de responder y cumplir con lo que pedía Pacheta.

Impecable gestión
Antes, incluso, del incidente extradeportivo su rendimiento era malo. Estaba en su peor momento de la temporada, pero Pacheta supo guiar, liderar, gestionar y reconducir la situación. Tocó fondo par resurgir. En ese mes de diciembre, el entrenador pucelano estuvo muy exigido. La tensión y el estrés eran elevados pero él quiso apostar por el jugador. No fue una decisión sencilla ni compartida, pero sí convencida y su seguridad, convenció.

Como en la consecución del objetivo del ascenso, Pacheta convenció desde la palabra. Se ganó al jugador e hizo que éste, poco a poco, se ganara al resto. Compañeros, Club y afición, por ese orden, volvieron a creer en un futbolista que, ahora, es visto como el mejor fichaje posible para el regreso a LaLiga Santander. Nunca nadie ha negado el talento del jugador. Es imposible. Gonzalo Plata es, en todo su esplendor, un lujo, pero siempre ha necesitado alguien que le ayude a explotar.

Nunca he compartido ese dicho de «pulir» jugadores. Son ellos los que se pulen, detallan y mejoran. Siempre desde las herramientas, la confianza y la seguridad el entrenador. Todo aquello que Gonzalo Plata se encontró en diciembre en la mano de Pacheta es lo que quiere y necesita un jugador para llegar a su mejor versión. Así, el ecuatoriano es lo que es ahora y genera la ilusión que genera. Por él, indudablemente, pero también porque alguien confió en él cuando nada invitaba a ello y eso es el liderazgo de Pacheta y el que ha propiciado la expectación actual por el ecuatoriano.

𝟭𝟵𝟴𝟴. 𝘗𝘦𝘳𝘪𝘰𝘥𝘪𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦𝘱𝘰𝘳𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘺 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦𝘯𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘜𝘌𝘍𝘈 𝘗𝘙𝘖. Creo que en el fútbol todo tiene el término apropiado y un porqué obligatorio. Por ello, desde 2007 llevo entrenando equipos y escribiendo sobre cómo entiendo este deporte