La linterna de Velasco

La linterna de Ángel Velasco, desde el 20 de febrero de 2007 informando y opinando sobre el Real Valladolid

La linterna de Velasco

La invitación de Alonso a la ansiada tercera dimensión

¡Alonso me ha cambiado la vida! Para aquel que no me siga en redes sociales, dónde muy esporádicamente hablo de mi vida, debo decir que fui padre el pasado 19 de abril. Un hijo rompe con todo y más si es el primero. Las prioridades cambian. Me lo avisaron y no quise creerlo. Pensé que yo podría mantener mi ritmo y mi actividad normal. «Me costará las primeras semanas, pero me adaptaré pronto», pensé. «Qué tonto fui», pienso ahora. Pese a ello, ser padre es la mejor sensación del mundo. Aquel 19 de abril arrancó una nueva vida porque mi hijo, como dice el dicho, llegó con un pan debajo del brazo.

A los pocos días de que Alonso estuviera en este mundo tuve una oferta de trabajo irrechazable. Era un sueño. Se trata de abrir una puerta profesional jamás imaginada, pero siempre soñada. El fútbol es una parte esencial en mi vida y, ahora, puedo dar un paso más en él. Es un pequeño sueño que, en parte, me limita en otros aspectos profesionales. Llegar nuevo a un lugar supone estar exigido. Exigido por el cambio y exigido por uno mismo. Así, y de forma, de momento, esporádica, digo adiós a ElDesmarque Valladolid. Llega el momento de parar esta aventura siete años después de arrancarla. Por un tiempo, quizás. Definitivamente… No lo sé.

La oportunidad recibida y la llegada de Alonso han cambiado todo salvo algo determinante para mí: el blog. Resulta imposible para mí decir adiós a algo que me ha dado tanto y que me ha definido tanto. Este fin de semana recibí un audio de WhatsApp que me llenó de orgullo y que, en parte, me emocionó. Mi hermano disfrutaba de las fiestas de San Juan en Soria y se encontró con un seguidor del Real Valladolid. Hablaron, supongo que gracias al alcohol, del cambio de escudo. De lo «bonito» que era el anterior y de lo «impersonal» que es el actual.

Tercera dimensión
En dicha conversación, con algún que otro brindis, mi hermano le preguntó si me conocía y si sabía qué era La linterna de Velasco. «Si, claro. La conozco», le contestó dicho aficionado del Pucela. «Es mi hermano», le contestó. «No te creó», aseguró dicho aficionado del que no sé ni el nombre. Después de que mi hermano le sacara el DNI y le enseñara una foto conmigo, gran parte del bar se enteró que para tal aficionado yo era «Dios». Obviamente, lejos de Soria, de las horas y de las ganas de celebración ni sería Dios ni se hubiera producido dicha conversación, pero aquéllo me enorgullece.

¿De qué me puedo enorgullecer? Para mí, de mucho. ¡Un tipo me conoce y respeta por escribir sobre el Real Valladolid! Lo pienso y me parece una locura.  Hace 15 años, en una asignatura de la universidad, creé este blog. Poco a poco crecí con él y me llegaron diferentes propuestas de colaboración. ¡Desde Zaragoza colaboraba para Valladolid! Impensable, creía yo. «Irrespetuoso», dijo un periodista vallisoletano.

Acepté la propuesta de Chus Rodríguez y me uní periodísticamente a él. Para todo. Son casi 12 años desde un viaje juntos a Barcelona para ver el único partido de Javier Torres Gómez al frente del primer equipo. Nunca me he ‘separado’ de él hasta el pasado jueves. Nunca lo hice porque él entendía qué es para mi este blog y cómo lo cuido.

Por ello, y pese a los grandes cambios personales y profesionales de mi vida, no voy a cerrar La linterna de Velasco. No porque no sé qué sería de mi diariamante sin analizar los partidos y la actualidad del Pucela desde el enfoque de cómo lo puedo llevar al blog y cuánto contenido puedo obtener de todo ello.

Así, y con todo lo expuesto, el objetivo narrado con el decimoquinto aniversario de llevar al blog a una tercera dimensión cobra más fuerza que nunca.

Con la ilusión del primer día, me niego a dejar a un lado mi seguimiento del Real Valladolid en este momento, aquél en el que más me identifico con el equipo que veo. Siempre he sido de José Rojo, Pacheta, y más cuando él defiende el escudo de mi equipo, aquel que mi padre me enseñó a querer desde bien pequeño. Con todo, el blog está más vivo que nunca y pronto vais a ver hasta qué punto. Gracias. Como siempre.

𝟭𝟵𝟴𝟴. 𝘗𝘦𝘳𝘪𝘰𝘥𝘪𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦𝘱𝘰𝘳𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘺 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦𝘯𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘜𝘌𝘍𝘈 𝘗𝘙𝘖. Creo que en el fútbol todo tiene el término apropiado y un porqué obligatorio. Por ello, desde 2007 llevo entrenando equipos y escribiendo sobre cómo entiendo este deporte