La linterna de Velasco

La linterna de Ángel Velasco, desde el 20 de febrero de 2007 informando y opinando sobre el Real Valladolid

Corta y al pie

Pacheta me representa por sinceridad y convencimiento

El Real Valladolid ha perdido dos importantes puntos en los últimos minutos del partido ante la Unión Deportiva Almería. Es más, el Pucela ha perdido la opción de afrontar las últimas seis jornadas desde el liderato. Lo ha hecho por una acción a balón parado pero, a su vez, lo ha hecho por su personalidad y su idea. Es difícil analizar en caliente un duelo y más si éste termina como ha terminado la jornada 36 de LaLiga SmartBank, pero la única realidad que entiendo es aquélla que tan bien ha definido Javier Heredero en Twitter.

«Pacheta vino diciendo que siempre que marcase el segundo iría a por el tercero. Te puede gustar más o menos, pero no ha engañado a nadie». Ésta es la frase que, para mí, define la actualidad del Real Valladolid y, con ella, estoy seguro que el Pucela conseguirá el objetivo de esta temporada. Es cierto que el mazazo de este sábado es duro y que, como digo en ElDesmarque Valladolid, el «golpe sobre la mesa» que quería el Pucela se ha convertido en «un sopapo en su propia cara», pero el camino está hecho y lo está por la honestidad y sinceridad del entrenador.

El Real Valladolid necesitaba una identidad y tras lo vivido en los últimos años, ésta debía ser potente, fuerte y ofensiva. Pacheta lo ha conseguido. Con dificultad, con pasos complicados y con grandes batacazos, pero la identidad está creada y lo está gracias a las ideas y propuestas de su entrenador, aquéllas que se han visto ante la Unión Deportiva Almería. Cuando un equipo cree en su idea, hasta el mejor jugador rival queda neutralizado. Umar Sadiq no ha conseguido enlazar ninguna transición en el duelo. No lo ha hecho porque por mucho que el Pucela era ofensivo y vivía en campo rival, la transición defensiva era la correcta.

El proyecto merecido
El Pucela tenía controlado el partido porque el duelo estaba dentro de los registros que él quería. Más allá de errores de bulto como el del primer gol almeriense, el Real Valladolid tenía lo que quería y así era sencillo visualizar un final de partido que no llegó. Los vallisoletanos estaban cómodos porque el equipo encontraba todo aquello que su entrenador había prometido. Había transcurrido más de una hora de partido y el juego estaba sobre el área almeriense. Eso es convencimiento.

Muchos otros entrenadores habrían convencido de forma muy fácil a su equipo para dar un paso atrás en los últimos 15 minutos y con el marcador obtenido. Pacheta, no. Él no porque eso hubiera sido engañar a sus jugadores y a su afición. Esa sinceridad, honestidad y convencimiento para que el equipo lo hiciera me representa. ¡Y me encanta! A mí y, seguro, que a un porcentaje muy importante del vestuario. Ambos entendemos que es así y sólo así como este equipo debe conseguir un objetivo pero, ante todo, cómo debe construir un proyecto como el que este Club merece.

𝟭𝟵𝟴𝟴. 𝘗𝘦𝘳𝘪𝘰𝘥𝘪𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦𝘱𝘰𝘳𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘺 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦𝘯𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘜𝘌𝘍𝘈 𝘗𝘙𝘖. Creo que en el fútbol todo tiene el término apropiado y un porqué obligatorio. Por ello, desde 2007 llevo entrenando equipos y escribiendo sobre cómo entiendo este deporte