La temporada esta llegando a su final. La mejor muestra para verlo es la forma en la que el Real Valladolid anunció la lesión de Óscar Plano. El ’10’ sufrió una importante rotura muscular en la victoria (4-1) ante el Club Deportivo Lugo y se perderá «lo que resta de temporada», tal y como anunció el Club en su página web. De esta forma, el Pucela pierde a un jugador muy importante. Inicialmente, el análisis a la ausencia del madrileño se analiza desde la vertiente de ser uno de los jugadores más utilizados por José Rojo, Pacheta, pero, también, por un activo que no estaba rindiendo a su mejor nivel.
Tres goles y cuatro asistencias en los más de 2.100 minutos sumados esta campaña en LaLiga SmartBank hablan de un rendimiento débil del jugador pero, a su vez, destacan el importante peso que ha tenido para el cuerpo técnico en las 34 jornadas disputadas hasta la fecha. Óscar Plano ha sido capital para Pacheta. Más para el entrenador que para el equipo. El burgalés lo ha utilizado en 32 jornadas. Siempre que ha podido, le ha dado minutos y en 28 de esas 32 fechas, desde la titularidad. El peso del jugador ha sido capital y en muchos momentos no se ha entendido el porqué. El peso no estaba unido al rendimiento, pero sí a detalles que para Pacheta eran y son capitales.
La confianza que el entrenador burgalés ha tenido en el ’10’ en esta temporada ha sido importante. Dejar a dos delanteros en el banquillo para darle la titularidad a él en determinadas fase de la temporada habla del peso que Pacheta quería para Plano. Asegurando que rendía mejor «por dentro», Pacheta confió en Plano como enganche en momentos clave de la temporada. No era una apuesta más. Se trataba de la potenciación de la mayor virtud que el de Salas de los Infantes veía en el jugador: el «interlineado».
La seguridad de Pacheta
En una de sus últimas comparecencias, Pacheta destacó el peso de Óscar Plano entre líneas. Para el entrenador, el ’10’ era capital en la salida de balón y, ante todo, en la exigencia blanquivioleta de superar líneas. Situándose y buscando siempre el juego interior, Plano daba mucho al Real Valladolid. En esa idea de ser vertical, estar presente en campo contrario y generar superioridades, el ’10’ era un punto diferencial. Pacheta lo sabía y se mostraba tranquilo y convencido de obtenerlo.
«La lesión de Óscar Plano es dura para el Real Valladolid ero, sobre todo, para las ideas y planteamientos de Pacheta»
Pese a que el jugador nunca se ha mostrado cómodo de la temporada y jamás ha tenido un rendimiento regular, Pacheta no le ha retirado su confianza. Esa cierta facilidad para aparecer en una línea superior en la que está el balón, esa seguridad para ofrecerse como pase de seguridad filtrado, esa calidad para descargar el juego… Esos movimientos del ’10’, que, a su vez, son tan de mediapunta, han valido para que el jugador tuviera un peso destacado en la temporada y para que su lesión sea una triste noticia. Perderle es duro. Lo es para el equipo pero, sobre todo, para su entrenador. La confianza que Pacheta tenía en él iba por encima de la posición e, incluso, del rendimiento.
En este Real Valladolid, Óscar Plano ofrecía conceptos que eran capitales para los contextos en los que se ha movido el juego del equipo y en los que se va a mover. Ya fuera con posesiones breves pero verticales, como hasta la fecha, o con manejos del balón de mayor control y calidad, como se espera en las próximas semanas, Pacheta quería a Óscar Plano. El entrenador veía este proyecto con el ’10’ y, ahora, en el momento clave lo tendrá que detallar sin las cualidades de un mediapunta que pocas veces se ha movido en su verdadera demarcación peor que nunca ha dejado de ser importante.