La linterna de Velasco

La linterna de Ángel Velasco, desde el 20 de febrero de 2007 informando y opinando sobre el Real Valladolid

Táctica Pucela

El Real Valladolid necesita jugar siempre con extremos

La victoria (1-2) del Real Valladolid ante la Agrupación Deportiva Alcorcón ha dejado muchas dudas. Tanto en caliente como en frío. Los tres puntos en el Estadio de Santo Domingo no han arrojado tranquilidad al bando blanquivioleta y no lo han hecho, entre otros asuntos, por cuestiones futbolísticas en las que José Rojo, Pacheta, no estuvo acertado. El entrenador blanquivioleta varió el esquema en el duelo de la jornada 33 de LaLiga SmartBank y el equipo no se mostró ni seguro ni convincente.

Al Real Valladolid no se le vio cómodo en tierras alfareras y no lo estuvo porque el esquema privó de los jugadores que más necesita este equipo. Pese a que la nueva formación y dibujo blanquivioleta se definía por la presencia de Monchu Rodríguez, Álvaaro Aguado y Roque Mesa, el problema no está en los tres y sí en la desaparición de los extremos. Perderlos es limitar la fase de construcción de este equipo, ralentizar su velocidad de juego y privar de muchas de las superioridades que el equipo suele y sabe generar. Jugar con tres futbolistas por dentro es una propuesta que puede beneficiar al Pucela siempre y cuando se acompañe bien esa idea.

Juntar a los tres jugadores que se unieron en el centro del campo de Alcorcón es sinónimo de necesidad de balón, calidad en la conducción, relativa facilidad para superar líneas rivales y carisma para llegar al área rival y a las inmediaciones de la portería rival. Juntar al ‘8’, al ’16’ y al ’17 significa querer protagonismo pero, para ello, se les debe acompañar de detalles que Pacheta no les dio en esta ocasión.

El Real Valladolid se pierde cuando juega con tres centrocampistas porque siempre que lo ha hecho ha carecido de extremos y de esas sujeciones para llegar al último cuarto que ofrecen jugadores exteriores en zonas de peligro. Pacheta quiere un equipo ofensivo y vertical y, así, debe llegar en superioridad a los últimos metros. Para ello tiene que ser bueno en el juego exterior y, ahí, falló la propuesta en Alcorcón. Generar un pase de seguridad hacia un extremo fija a la defensa rival y en ese detalle el Pucela no estuvo acertado en su último partido.

Su propia identidad
Pacheta quiso fijar al equipo rival en zonas interiores para dar protagonismo a los laterales. La elección de esas demarcaciones no fue un error por la circunstancia de los elegidos y sí por la exposición que se hizo de ellos. Arriesgar con un activo no es el proceder habitual de Pacheta pero el burgalés lo hizo al privar al equipo de la sujeción que ayuda a ganar verticalidad, a ser superior en ataque y a ser dominador en campo rival.

«Con extremos, el Real Valladolid tiene mayor capacidad para dominar el partido y generar sus contextos»

Siendo cierto que este equipo quiere llegar en oleadas y con jugadores en varias líneas y zonas de remate, el Real Valladolid necesita fijar a jugadores en el juego exterior. Antes de la llegada de los laterales y de las posibles superioridades que generen, el actual Pucela demanda una referencia exterior desde la que iniciar muchos de sus ataques y con la que sujetar a las defensas rivales. Desde ella el Real Valladolid se convierte en un equipo con su identidad y con mayor capacidad para dominar el partido y generar sus contextos. Todo lo contrario de lo que ocurrió en Alcorcón.

𝟭𝟵𝟴𝟴. 𝘗𝘦𝘳𝘪𝘰𝘥𝘪𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦𝘱𝘰𝘳𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘺 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦𝘯𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘜𝘌𝘍𝘈 𝘗𝘙𝘖. Creo que en el fútbol todo tiene el término apropiado y un porqué obligatorio. Por ello, desde 2007 llevo entrenando equipos y escribiendo sobre cómo entiendo este deporte