Han pasado ya varios días desde la victoria (1-2) del Real Valladolid en el Estadio de Santo Domingo ante la Agrupación Deportiva Alcorcón, pero la realidad del equipo blanquivioleta sigue presente en el duelo en tierras madrileñas. Aún se mira más a lo que ha pasado que al futuro a corto plazo. La actualidad está más pendiente de analizar todo lo que ocurrió en la decimoctava victoria de la temporada que en el importante encuentro ante el Club Deportivo Lugo de Rubén Albés. La resaca de la jornada 33 de LaLiga SmartBank está siendo dura y antes de cerrarla hay que resumirla y, en mi caso, explicar por qué ésta ha sido una fecha tan dura.
Pese a la victoria conseguida tengo muy claro que el Real Valladolid no sale victorioso ni reforzado de dicho partido. Los tres puntos no invitan a reforzar ninguna situación en el juego pucelano. Es más, en Alcorcón se abrieron nuevos debates y dudas y eso, a falta de nueve jornadas, es contraproducente para el equipo de José Rojo, Pacheta. Dando como siempre peso y relevancia al entrenador, creo que el burgalés es el más debilitado tras el paso por Alcorcón y lo es porque no fue ‘él’.
Siempre creí que Pacheta era el entrenador que necesitaba este Pucela. Reconstruir al equipo en pocos meses era su gran tarea y éste la consiguió. Poco a poco, pero sin perder el camino ni las señas de identidad que quería, el Pucela de Pacheta comenzaba a asomarse por la categoría. Toda LaLiga SmartBank sabía cómo era el equipo blanquivioleta y qué buscaba. Tristemente, el Pucela no fue él en Alcorcón y, ahí, está el principal problema y, en mi caso, la principal crítica. Sigo respetando mucho al de Salas de los Infantes y sigo siendo, por llamarlo de alguna forma, un gran ‘pachetista’ pero eso no me impide ver que se equivocó en muchas de sus gestiones y propuestas en Alcorcón.
Tras dos derrotas seguidas pero, ante todo, tras la dolorosa derrota (0-1) ante la Unión Deportiva Las Palmas, el Pucela no debía romper con nada y él, en parte, lo hizo con todo. Hace una semana aseguraba que el Real Valladolid se movía entre dos términos. La situación era de tensión y para solucionarla, Pacheta debía detallar todo. El Pucela necesitaba darle una vuelta a su situación pero, en absoluto, debía romper con nada. Tristemente, el burgalés rompió con mucho en Alcorcón. El mayor problema que hay en el duelo no es el esquema pero sí muchos de los acompañamientos que se hicieron sobre él.
Gestión cuestionable
Javi Pardo comentó el detalle diferencial del duelo esta semana en Twitter. Equiparar a AD Alcorcón y UD Las Palas fue el principal error de Pacheta. Creer que debía cubrir las carencias del duelo en Zorrilla con la visita a Madrid fue el inicio de todos los problemas que ha generado el partido. Visitar el Estadio de Santo Domingo pedía la versión más propia del Real Valladolid. El Pucela debía ser él y todo partiría porque Pacheta debía ser Pacheta. Sin la versión más personal y carismática del entrenador, el Real Valladolid se perdió y dejó de ser lo que necesitaba.
Siendo cierto que creo que el Pucela se debe regir en las próximas semanas por una gestión diferente a la de toda la temporada, Pacheta multiplicó dudas en Alcorcón y ese es el gran problema blanquivoleta en estos momentos. Centrado en la gestión de vestuario y en tener a todos los activos enchufados, el Real Valladolid perdió una gran oportunidad en casa del colista. Visitar al equipo de Fran Fernández no era un día para ganar y hacer las maletas de vuelta. Un duelo como éste, necesitaba una propuesta dominadora, controladora y con personalidad. El duelo ofrecía la posibilidad de recuperar señas de identidad pero Pacheta se equivocó en su gestión.
Nunca sabré qué quiso buscar el entrenador burgalés en el Estadio de Santo Domingo, pero la realidad habla de un partido que ofrecía unas condiciones que ni el equipo ni, sobre todo, su entrenador aceptaron. Buscaron unos cambios y unas variaciones que han debilitado la personalidad y el carisma del entrenador y del equipo. Cuando más fuerte debía ser la confianza y la seguridad del equipo, más se ha debilitado y todo porque Pacheta dudó en exceso tras la derrota ante la UD Las Palmas. Tras ella, su gestión del siguiente partido fue cuestionable y le señalan como el principal protagonista. Negativo, claro.