La linterna de Velasco

La linterna de Ángel Velasco, desde el 20 de febrero de 2007 informando y opinando sobre el Real Valladolid

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Pacheta no sabe jugar con tres centrocampistas

No me considero muy de esquemas. Es más, detesto los números para analizar un partido. No entiendo poder comprender un partido por un simple matiz numérico. Para mí, no es cuestión de números y sí de zonas y superioridades. En las últimas semanas existía el análisis sobre el Real Valladolid de José Rojo, Pacheta, de la inferioridad en el centro del campo. Parecía que el problema que generó la derrota (0-1) ante la Unión Deportiva Las Palmas estaba en ser uno menos en el centro del campo. Por ello, y sólo por ello, puedo entender la formación del Pucela en El Estadio de Santo Domingo.

El entrenador burgalés compró esa teoría para visitar a la Agrupación Deportiva Alcorcón e hizo que el equipo perdiese parte del equilibrio que había ganado desde que comenzó a jugar con dos centrocampistas y dejó atrás el esquema tres centrales y dos carrileros. El Real Valladolid de Alcorcón me recordó mucho a la versión pucelana de las primeras jornadas, aquél que estaba descontrolado. En las primeras semanas de competición, el Pucela era un equipo desequilibrado y que no tenía controlada la situación, tal y como ocurrió en la jornada 33 de LaLiga SmartBank.

El partido no deja nada bueno ni positivo ni, tampoco, esperanzador para los pucelanos porque éste no estuvo controlado por el Pucela. Es cierto que Pacheta no quiere un duelo encorsetado y dominado desde una posesión inerte, pero sí que busca una propuesta que tenga en situación de ventaja a su equipo, algo que no consiguió al confirmar que este equipo o, quizás, él no saben jugar con tres centrocampistas. Da igual dentro de qué esquema, la realidad es que este Pucela se convierte en un equipo descontrolado cuando dispone su centro de campo desde la presencia de tres jugadores.

Triple problema
Esa libertad para moverse, realizar desmarques, romper líneas contrarias en conducción y generar superioridades desde el centro del campo ha hecho identidad en el Pucela. Si tu doble pivote son Roque Mesa y Álvaro Aguado, el estilo del juego es el del Pucela durante toda la temporada. Con cierto descontrol, el Real Valladolid ha sido desde la instauración del doble pivote un equipo dominador y controlador, todo lo contrario de lo que ocurrió este domingo. Evitar la superioridad numérica en el centro del campo ha hecho que los de Pacheta perdieran parte del control del juego que suelen tener en sus partidos.

El estilo de control y dominio del Real Valladolid no se centra en superioridades númericas globales sino presenciales y, por ello, el duelo ante la AD Alcorcón no deja nada positivo en los pucelanos. El Real Valladolid estuvo descontrolado porque su estilo no entiende que tener tres jugadores en el centro del campo sea sensación de mayor dominio y control sino mayor desorden y desajustes, tal y como se confirmó al inicio de temporada y se ha ratificado en Alcorcón. Todo porque un sistema así demanda unos criterios que Pacheta no quiere, que el Pucela no tiene y que los jugadores propuestos no pueden ofrecer.

𝟭𝟵𝟴𝟴. 𝘗𝘦𝘳𝘪𝘰𝘥𝘪𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦𝘱𝘰𝘳𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘺 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦𝘯𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘜𝘌𝘍𝘈 𝘗𝘙𝘖. Creo que en el fútbol todo tiene el término apropiado y un porqué obligatorio. Por ello, desde 2007 llevo entrenando equipos y escribiendo sobre cómo entiendo este deporte