La linterna de Velasco

La linterna de Ángel Velasco, desde el 20 de febrero de 2007 informando y opinando sobre el Real Valladolid

Los partidos, en frío

El problema blanquivioleta es el propio Real Valladolid

Este domingo, con la visita al Estadio de Santo Domingo, el Real Valladolid iniciaba la parte determinante de la temporada. El equipo de José Rojo, Pacheta, inició las últimas 10 jornadas de la temporada. Lo hacía con dudas y miedos, detalles que se ha mantenido tras la victoria ante el equipo de Fran Fernández. El encuentro ante la Agrupación Deportiva Alcorcón no ha sacado al Pucela de ningún problema porque la principal debilidad del equipo blanquivioleta ahora es el propio Real Valladolid.

El Pucela no está en su mejor momento pero, pese a ello, está a un punto de la zona de ascenso directo. La diferencia entre el equipo vallisoletano y la Unión Deportiva Almería es mínima y lo es menos al saber que los andaluces tienen que visitar el Estadio José Zorrilla en las próximas semanas. El objetivo blanquivioleta depende de sus partidos, que no de él mismo, y estoy convencido que depende, incluso, de sus partidos el quedar líder de la categoría y, por lo tanto, campeón de LaLiga SmartBank 2021/2022. La sensación de inseguridad y dudas que dejan los tres primeros equipos de la competición es mucho mayor que, por ejemplo, la que ofrecían Pucela, Celta de Vigo y Deportivo de la Coruña hace justo diez años.

En la temporada 2011/2012, esos tres equipos se jugaban el ascenso directo y el que fallara, perdía. Una derrota te condenaba al play-off. Todo era cuestión de detalles, pero este año, no. Pese a que la diferencia entre temporadas sea sólo de unos pocos puntos, el Real Valladolid ha fallado más de lo normal esta campaña. De igual forma, UD Almería y Sociedad Deportiva Éibar. Los errores no se pagan tanto y, por ello, el Pucela, a falta de nueve jornadas, depende de sus partidos, de su gestión y de su control de situaciones y estados de ánimo.

Débil e inseguro
Pese a restar menos de 30 puntos para el final de la temporada, el Real Valladolid sólo debe mirar a sus partidos. Centrarse en esos 90 minutos obliga a analizar muchas situaciones, aquéllas que el equipo parece no tener controladas en las últimas semanas. El Pucela parecía un equipo fiable tras la victoria (1-4) en Tenerife pero todo ha cambiado en pocas semanas. Tras la derrota (3-0) en Oviedo, el equipo se ha debilitado y en esa gestión diaria, semanal y directa está el sustento de confianza de un equipo que deja la sensación de haberse puesto nervioso. Desde esa inseguridad y desde el miedo que muestra el equipo, el Real Valladolid ha perdido gran parte del rostro ganador que se le había puesto tras visitar Canarias.

Tras golear en el Heliodoro Rodríguez López, los de Pacheta empataron a puntos con la UD Almería. Ahora, la diferencia es sólo de un punto pero es, a su vez, un mundo por la inseguridad y falta de carisma que ha dejado el equipo blanquivioleta en los últimos dos partidos. Miroslav Djukic decía que uno es «tan bueno o malo» como había demostrado en el último duelo y el Real Valladolid, ahora, no es ni bueno ni malo, pero si es un equipo débil e inseguro para afrontar las últimas nueve jornadas ligueras. Un problema propio porque el problema lo ha generado uno mismo.

𝟭𝟵𝟴𝟴. 𝘗𝘦𝘳𝘪𝘰𝘥𝘪𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦𝘱𝘰𝘳𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘺 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦𝘯𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘜𝘌𝘍𝘈 𝘗𝘙𝘖. Creo que en el fútbol todo tiene el término apropiado y un porqué obligatorio. Por ello, desde 2007 llevo entrenando equipos y escribiendo sobre cómo entiendo este deporte