El Real Valladolid está en un momento de dudas. Es lógico. Dos derrotas consecutivas llevan a ello. Tras la derrota (0-1) ante la Unión Deportiva Las Palmas aseguré que la derrota en el Estadio José Zorrilla no hacía saltar las alarmas, pero que sí hacia saltar muchas dudas. Sin saber qué es peor, la realidad habla de una situación compleja en el equipo blanquivioleta. El Pucela está tocado, pero sólo eso. La situación es complicada pero no límite, ni mucho menos, y es por ello que José Rojo, Pacheta, debe entender bien en qué momento está el equipo y qué demanda éste de él.
A diez jornadas para el final de la temporada, el Real Valladolid tiene un estilo, una dinámica y una inercia pero todo ello se ha visto debilitado en las dos últimas jornadas. Las dos derrotas han frenado la euforia y han aumentado las dudas y las suspicacias. Los ojos están más abiertos que nunca y creo, honestamente, que es positivo. A falta de diez partidos o, quizás, de 14, es positivo que todo merezca una reflexión pero, con todo y con ello, el término que debe definir a la actualidad pucelana debe ser el concreto y el preciso. El Real Valladolid no debe romper con todo pero sí tiene que detallar todo.
El tiempo será el único juez que valore esta pequeña crisis de resultados, pero las dudas actuales pueden haber llegado en un momento crucial y capital de la temporada. Los dos resultados y las dudas generadas pueden y deben ser ese toque de atención que obligue a que el Real Valladolid detalle determinados aspectos de su juego y de su gestión. Llega un momento crucial y definitivo y no todo se puede afrontar de la misma forma. Creyendo que ahora se puede entender cierto resultadismo para analizar un partido y sabiendo que los detalles son más determinantes que nunca, detallar todo lo que engloba al Real Valladolid en estos momentos es capital.
En dinámica
Con 32 jornadas, el equipo blanquivioleta está en situación de ascender. Ha perdido cierta inercia pero todo depende de sus partidos. Haciendo sus deberes, el Real Valladolid ascenderá, pero, ahora, importa mucho cómo hará esos deberes. No es cuestión de forma de jugar y sí de detallar cómo actuar, jugar, gestionar y afrontar determinados resultados. El Pucela tiene su inercia y vivirá de ella siempre y cuando entienda cómo detallar la realidad que le vive.
Si se entiende esta actualidad como lógica en una competición tan ajustada, los detalles harán grande a un Real Valladolid hecho en más de un 80% pero sobre el que quedan diferentes detalles que son determinantes para fortalecer al grupo y potenciar el juego.
Detallar siempre es interesante. Romper con lo establecido, no, porque en esta ocasión, además, innecesario. Así, la diferencia de términos entre detallar el estilo y el modelo y romper con ambos es capital en la realidad del Real Valladolid. Esa es la que debe liderar Pacheta en las próximas semanas. En la respuesta de las dos o tres próximas jornadas estará la detección de cómo se ha gestionado la actualidad y cómo se ha detallado un estilo y un camino que ha llevado al Real Valladolid a depender de sus partidos para conseguir el objetivo.