Sólo vale ascender. Está muy claro el objetivo del Real Valladolid porque, además, José Rojo, Pacheta, lo ha confesado desde el primer día que llegó a Valladolid. «Me han contratado para ascender», aseguró en los inicios de la temporada. El Pucela tiene que volver a LaLiga Santander para que la campaña 2021/2022 sea vista como un éxito. El Club, como institución, necesita volver a la élite pero, para ello, debía conseguir un proceso que hace semanas está consumado pero que en las últimas semanas está confirmando el mayor éxito que puede conseguir el entrenador burgalés.
Recibiendo un equipo débil, sin confianza y muerto de convencimiento tras el legado de juego y trabajo de las últimas temporadas y, ante todo, tras el descenso de categoría, el actual Pucela es un equipo seguro, fiable y convincente que tiene rostro ganador. Ese convencimiento para ganar partidos, sabe sufrir, aprovechar momentos determinantes del partido y ser superior en momentos clave hacen que el Real Valladolid sea ahora lo que su entrenador soñaba al principio de temporada. Pacheta siempre vio viable crear versión blanquivioleta como la actual, pero por momentos y por detalles e inercias parecía imposible.
La herencia con la que llegaba el equipo a esta temporada era alta y el cuerpo técnico debía cambiar el rostro de un equipo que se había acostumbrado a perder, a ser conformista y a dar por bueno resultados pobres. El Real Valladolid debía ser otro para optar al ascenso y, ahora, se puede confirmar que este Pucela es otro totalmente opuesto al de la temporada pasada. Ese cambio, que se puede analizar como algo normal y lógico por el cambio de categoría, es un éxito que tiene el sello y el protagonismo de José Rojo, Pacheta.
Gran paso
Creyendo siempre en los procesos, en las etapas, en la evolución, en el juego y no sólo en los resultados, el Real Valladolid ha conseguido que esta temporada sea un éxito. Cambiar el rostro a muchos de sus jugadores es un triunfo que acerca el objetivo del ascenso. Pensando que es imposible que la consecución de un objetivo haga cambiar a un equipo sino que es el camino hasta este triunfo el que forja la historia, Pacheta ha conseguido el principal objetivo que tenía cuando llegó al Estadio José Zorrilla.
Convencer a unos jugadores que no querían seguir en Valladolid y hacerles confiar en una idea diferente a la que venían defendiendo en las últimas temporadas parecía una quimera que Pacheta ha conseguido semana a semana y partido a partido. El proceso se ha consumado hace semanas y, ahora, el Real Valladolid no deja de crecer, tal y como ha demostrado en el Heliodoro Rodróguez López y tal y como ha confirmado su entrenador en la sala de prensa. Pese a ver una victoria «abultada», el juego pucelano ha dejado una sensación que resume el crecimiento del equipo y el éxito de Pacheta.
«Estamos aprendiendo a sufrir y a no conceder en exceso», ha asegurado Pacheta en la sala de prensa canaria en la confirmación de la madurez que tiene su equipo, aquél que tiene rostro de ganador y confianza para atacar cualquier objetivo de cara a final de temporada porque, ahora como nunca, el equipo confía en él, en sus posibilidades y en toda la evolución conseguida en un año exigente que puede terminar con el segundo gran éxito ya que el primero ya está firmado y es el principal valedor para el segundo.