Sergio León ha superado a Shon Weissman. Lo ha hecho durante unos días y unas horas pero, actualmente, es el motor de la confianza y la ilusión del Real Valladolid. Lo es en la previa a un partido tan importante como el que se disputará este sábado en el Heliodoro Rodríguez López y lo es, ante todo, por los tres goles anotados en la victoria (5-1) ante la Sociedad Deportiva Amorebieta. La muestra de potencial y gol del andaluz ha hecho que se ponga un paso por delante del ‘9’. Es el momento del ‘7’ y lo es, obviamente, con el israelí como compañero.
Tras una reciente fase en la que Sergio León era suplente de Cristo González, José Rojo, Pacheta, volvió a apostar por el ex del Real Betis, entre otros, para una etapa que va a resultar capital de cara al tramo final y a la consecución, o no, del objetivo. El Real Valladolid quiere y necesita la mejor versión de sus jugadores y el cuerpo técnico se centra mucho en cómo explotar la mejor versión de Shon Weissman. El ‘9’ es el «goleador» del equipo y, por ello, se apostó en su momento por Cristo González. El tinerfeño es un segundo punta que libera de espacio y marcas a Weissman y en ese momento, el ‘9’ necesita eso. Liberarse para sumar y liderar.
Pasada esa etapa, Sergio León volvía a la titularidad y lo hizo con una buena aportación en la victoria (2-3) en Cartagena y con un triplete en la goleada ante el equipo vasco. Después de los tres goles anotados a Roberto Santamaría parece imposible dudar de que Sergio León es el mejor acompañante y socio posible para Weissman. Lo es por criterios de juego, resultado y confianza. Ambos se encuentran cómodos en esta unión y es ella la que va a definir al ataque del Real Valladolid hasta el final de temporada.
Quedan 13 jornadas y parece muy difícil que Pacheta no vaya a formar por decisión propia con una pareja que define a la perfección lo que es una doble referencia de ataque. Con ambos, el Pucela juega con dos delanteros centros. Sin matices. No hay detalles que necesiten explicar lo que propone el Real Valladolid cuando juega con el israelí y el cordobés. Con uno y con otro, Pacheta consigue que su equipo viva en campo contrario. No tiene que buscar con necesidad sacar al equipo de su campo porque éste siempre tiene un movimiento o una ruptura que invita al equipo a estar en las inmediaciones del campo rival.
Un gol cada 22 minutos
La doble referencia que tan bien definen ambos jugadores confirma que Sergio León se entiende con Shon Weissman y que entre ambos definen una unión, que no sinergia, en la que el Real Valladolid gana. Gana en presencia ofensiva, capacidad de remate, salida de balón vertical, presión alta, creación de desmarques y en variantes ofensivas, entre otros aspectos Para una versión dominadora y con clara vocación ofensiva, el Pucela se va a definir de aquí al final de temporada por una pareja de ataque que tiene todo lo que quiere Pacheta y que, además, se entiende bien.
Desde esa unión, confianza, progresión, mejora y potencial, nada resta para ver a un Pucela con dos delanteros puros en ataque. Si bien es cierto que ambos se mueven bien en espacios y que dominan diferentes zonas cercanas al área ya que Weissman es una gran referencia y pasador en la frontal y Sergio León en los perfiles exteriores, ambos se definen como ‘9’ y, por lo tanto, como jugadores vinculados al gol. Juntarlos potencia los registros ofensivos del equipo, tal y como ha quedado confirmado en los tres últimos partidos. Ocho goles en 177 minutos dicen mucho de esta pareja y de por qué Weissman disfruta tanto con Sergio León como socio.