La lesión de Kiko Olivas en Éibar queda lejana pero no por ello varía la sensación de que en aquel momento todo cambió para el Real Valladolid. Desde entonces, el centro de la zaga se ha convertido en un quebradero de cabeza para el Estadio José Zorrilla. Llegadas, salidas, cambios de papeles, sucesión de roles, variación de perfiles… Nada es parecido a lo anterior y ya no a lo de hace dos o tres años sino a lo de hace sólo unos pocos meses. Los cambios son constantes y Javi Sánchez lo puede confirmar.
El central madrileño es, actualmente, una parte básica del engranaje de José Rojo, Pacheta. Lo es tras un duro camino y unos desniveles que le han mostrado las exigencias de un equipo sin regularidad en defensa. Javi Sánchez es el central con más minutos del equipo y desde ellos y por ellos está demostrando la enorme diferencia entre ser y parecer. Él siempre ha sido un gran central. Las condiciones con las que llegó al Estadio José Zorrilla no han cambiado, pero ahora se está viendo y se ha confirmado el jugador que es.
Si bien es cierto que por contextos físicos y técnicos, él no tiene problema en jugar en bloque alto o bajo, la propuesta actual del Real Valladolid le favorece y ha hecho que se confirme el tipo de jugador que es porque está en su mejor momento como blanquivioleta y, posiblemente, de su carrera. Así, nada parece y todo es. Las actuales sensaciones son exigentes y estaban muy lejos del jugador madrileño, pero el descenso del Pucela, su cambio de papel y la apuesta convencida por él han descubierto un nuevo jugador. Javi Sánchez es, ahora, el jugador por el apostó el Real Valladolid y no el que se veía de blanquivioleta.
Reducción del problema
Estando en forma y con confianza, es lo que se esperaba de él y parece, además, que puede llegar a más. A mucho más. Solvente con balón, el ‘5’ es un seguro en espacios abiertos. La lectura de transiciones es capital para entenderle. Con grandes atributos para la salida de balón, el piedel madrileño es destacable. Su pase corto y pase medio son perfectos. Su seguridad para el primer pase tras el robo o en la salida son muy seguros. No ofrece dudas. Ahora, carece de miedos y es esa confianza la que le está llevando a otra dimensión.
Hasta hace unos meses, Javi Sánchez era un jugador que parecía que tenía calidad y que parecía que podía ser diferencial. Había más supuestos que realidades, pero el tiempo ha jugado a su favor y el futbolista ya es una realidad importante para el Club. La principal diferencia entre ser y parecer son los supuestos y, ahora, la actualidad individual del jugador sólo tiene realidades. El supuesto que define ahora al ‘5’ es saber hasta dónde puede llegar. Que tiene atributos, calidad y posibilidades es una afirmación tan innegable como con Jawad El Yamiq y esto demuestra que el poso de la pasada temporada, por fin, se va reduciendo.