Son ya varios duelos, y no precisamente ni uno ni dos, en los que Óscar Plano es el punto negativo del partido del Real Valladolid. Pese a ser titular de forma consecutiva desde el 3 de noviembre o, lo que es lo mismo, no sale del once inicial por decisión de José Rojo, Pacheta, desde la visita blanquivioleta a Bilbao, el rendimiento del ’10’ deja mucho que desear en las últimas semanas o, incluso, meses. No es el jugador que puede llegar a ser pero, pese a ello, sigue siendo indiscutible.
De la misma forma que con Sergio González, Óscar Plano es muy importante para Pacheta. Lo es en minutos, titularidades, relevancia pero, sobre todo, lo es en apuesta. Pacheta ha apostado de forma fuerte y clara por el madrileño y le ha movido sobre el terreno de juego para sacar de él lo mejor. Queriendo mover el árbol en su motivación, el entrenador burgalés ubicó al jugador en la zona interior en partidos no muy lejanos. En ellos recuperó parte de su frescura, pero fue sólo de forma puntual ya que la versión del ’10’ sigue siendo la misma.
Óscar Plano no está, no se le ve cómodo y, lo que es peor, no parece haber tocado fondo. Su rendimiento puede empeorar porque lo suyo no es un problema de calidad ni de compromiso y sí de motivación y ambición. La sensación del jugador es la de etapa finalizada. Pese a los cambios, variaciones y detalles en los que Pacheta ha querido incluir al jugador para que rindiera al nivel de su estatus y peso, la realidad dice que el jugador está lejos de ser lo que fue pero, ante todo, de cumplir con lo que se espera de su juego.
Doble necesidad
Sin opciones cercanas de ser ese jugador de enorme rendimiento que asumía el peso del juego ofensivo del equipo, ya partiera en zonas interiores o en el juego exterior, la realidad de Óscar Plano ahora es la de un jugador que debe cambiar su peso, rol o papel, según se quiera determinar, para ayudar al equipo. Sin ser un lastre, obviamente, el ’10’, quinto futbolista con más minutos ligueros para Pacheta, no es lo que fue ni lo que se esperaba que es sobre el terreno de juego.
En fútbol, Plano no está en su mejor momento, pero en minutos, peso y relevancia, sí. Esa ilógica unión debilita al equipo y daña la imagen de un jugador de enorme calidad que se encuentra en un mal momento de forma. Pese a todo sigue siendo determinante para Pacheta en una medida que debe cambiar. Por él y por el equipo. ¡Por ambos!