El Real Valladolid está bien. No es una máquina perfecta pero sí que, poco a poco, está bien engrasada. Los pucelanos fallan poco y la mejor muestra es lo poco que encajan en las últimas semanas. Consiguiendo, incluso, el récord de imbatibilidad histórico del Club, el equipo de José Rojo, Pacheta, está evolucionando mucho durante la temporada. Es otro. Esta nueva versión, además de mejorada, es más segura y fiable. El Real Valladolid ya no es una moneda al aire. Es cierto que le cuesta demostrar el poderío ofensivo que tiene en casa lejos del Estadio José Zorrilla, pero, pese a ello, sigue firmando encuentros en los que el juego va por el camino que él quiere.
En Fuenlabrada, y pese al insuficiente empate ante el equipo local, los pucelanos firmaron un encuentro digno. Con varias ocasiones de gol y siendo, incluso, varias de ellas claras, el Pucela firmó un empate que sabe a poco y no por lo mostrado sino por lo conseguido. En la exigencia por el ascenso directo que ha conseguido imponerse el equipo en las últimas semanas, no ganar es un lastre. Perder cualquier dinámica ganadora es un pequeño fracaso sobre el que se debe gestionar, trabajar y mejorar. En esta ocasión, y tras un empate que sabe a poco ante un rival de buenos nombres pero en zona de descenso, el Real Valladolid ha confirmado cuándo se va a jugar su principal objetivo.
Por proyecto, entidad y plantilla, los de Pacheta se han marcado como objetivo las dos primeras plazas. El ascenso directo es la principal obsesión blanquivioleta. Los pucelanos quieren ser uno de los dos mejores equipos de LaLiga SmartBank. Se quieren asentar entre ellos para, después, tomar ventaja. Este nuevo frente tiene también un proceso y, obviamente, baches. Lo de Fuenlabrada es un contratiempo pero es, a su vez, un duelo que lleva a que los vallisoletanos sepan cuál va a ser su realidad y cuándo va a tener días determinantes este proyecto.
Duelos marcados en rojo
Es cierto que los de Pacheta no está consiguiendo ser tan fiables en casa como fuera. Si bien es verdad que los registros pucelanos en el Estadio José Zorrila son brillantes, los de fuera de casa no son tan extraordinarios. Pese a ello, están en constante evolución. Tres salidas seguidas sin encajar y, obviamente, sin perder son una mejoría de un equipo que hasta viajar a San Sebastián encadenaba tres derrotas seguidas. Ahora, el Pucela es mejor. No es excelso, como lo es en casa, pero tiene un nuevo «proceso» al que agarrarse para saber que un empate como éste se hace bueno ganando duelos determinantes.
En una competición de detalles, el ascenso directo se definirá por ajustes y partidos concretos. Esos duelos ante Club Deportivo Tenerife, Sociedad Deportiva Éibar y Unión Deportiva Almería son aquéllos que harán buenos empates como el de Fuenlabrada e, incluso, el de Zaragoza. Sacar pecho de no encajar ante equipos con tan poco gol como el maño o en la dinámica madrileña sólo tiene sentido si el los días de renombre, el equipo rinde. Con ese objetivo entre ceja y ceja, los duelos determinantes de la temporada están ya están marcados en el calendario.