La linterna de Velasco

La linterna de Ángel Velasco, desde el 20 de febrero de 2007 informando y opinando sobre el Real Valladolid

Los fichajes, en el césped

Pacheta confirma cómo se crea el juego blanquivioleta

Que el Real Valladolid de Sergio González y el de José Rojo, Pacheta, no se parecen en nada es fácil de detectar. Aunque no se haya visto mucho fútbol se entiende que uno y otro equipo no tiene absolutamente nada que ver. No se asemejan por muchos detalles pero, principalmente, por la propuesta que se hace desde el centro del campo. Pese a jugar con el misma esquema, nada tienen que ver los objetivos y búsquedas de un doble pivote y otro. La dupla histórica formada entre Rubén Alcaraz y Míchel Herrero busca algo muy diferente a lo que quiere, ahora, la pareja formada por Roque Mesa y Álvaro Aguado.

De esta forma, la llegada de Monchu Rodríguez se entiende con claridad. El balear, que llega cedido desde el Granada CF, es un jugador que se ajusta a la perfección a la forma en la que al actual Real Valladolid crea el juego y busca ser ofensivo. En el Pucela de temporadas pasadas, Monchu sumaría pero tendría que buscar una adaptación o variación de sus cualidades que, ahora, no debe hacer. En el Pucela de Pacheta, Monchu es necesario. Lo es porque tiene un estilo muy similar al de Álvaro Aguado ya que ambos buscan crear juego y generar superioridades desde aspectos individuales.

Dejando claro cuál era su estilo en el terreno de juego en las dos temporadas completas en el filial del Fútbol Club Barcelona, Monchu explotó en la muestra de sus cualidades en la temporada pasada. En ella, en el Girona FC de Francisco Rodríguez, se destapó como ese jugador vertical, dominador de las transiciones y llegador a zonas finales. Con más presencia en área rival e inmediaciones de esa zona que goles anotados, el nuevo jugador blanquivioleta tiene un detalle que define al actual Pucela y que chocaría frontalmente con el Pucela de Sergio.

Rasgos complementarios
El nuevo centrocampista pucelano quiere llegar rápido y veloz al área rival. Quiere ser vertical y dominador del espacio y, por ello, busca las paredes por delante de la línea de balón. Nunca da el paso atrás cuando suelta el balón. Al revés. Siempre quiere avanzar y lo busca desde la agresividad que la caracteriza pero, también, desde registros técnicos como la conducción. Fuerte en el tren inferior, Monchu tiene cierta facilidad para superar rivales desde aspectos puramente individuales. Con buena arrancada y potencia para los cambios de ritmo, el ex culé posee un buen disparo de media y larga distancia y ahí es donde suma mucho al tridente de centrocampistas que forman Álvaro Aguado, Roque Mesa y Anuar Tuhami.

Teniendo esa fuerza física e insistencia del ceutí y la determinación en las transiciones de Álvaro Aguado, Monchu es un complemente perfecto para este Real Valladolid y, ante todo, para Roque Mesa. Esa fuerza y agresividad mencionadas en el jugador balear son variantes que le ayudan a dominar estadísticas de recuperación de balón. La facilidad para conducir, superar rivales y dominar transiciones y espacios es en ambas direcciones.

El ida y vuelta del nuevo jugador pucelano le hacen un complemento perfecto para el estilo de José Rojo, Pacheta, porque pese a tener la base que este Pucela y este entrenador necesitan, el Real Valladolid gana en músculo e identidad. El perfil de Monchu es muy atractivo en todo lo que ofrece. Por recorrido acumulado, imagen, experiencia en la categoría, techos cumplidos y margen de mejora, el Real Valladolid asume una operación de nivel que no lleva la firma del entrenador, como sí la tienen las de Iván Sánchez o Josema Sánchez, pero sí el sello de su estilo, aquél que tanto bien hace a muchos integrantes de la actual plantilla.

𝟭𝟵𝟴𝟴. 𝘗𝘦𝘳𝘪𝘰𝘥𝘪𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦𝘱𝘰𝘳𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘺 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦𝘯𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘜𝘌𝘍𝘈 𝘗𝘙𝘖. Creo que en el fútbol todo tiene el término apropiado y un porqué obligatorio. Por ello, desde 2007 llevo entrenando equipos y escribiendo sobre cómo entiendo este deporte