Últimas horas del mercado de inviernos en el Real Valladolid y desde el Estadio José Zorrilla se mira a diferentes frentes pero se focaliza mucho en la llegada de un centrocampista. Sin Fede San Emeterio ni Rubén Alcaraz y con Kike Pérez en la rampa de salida por una demanda personal, Fran Sánchez sabe que debe reforzar la zona de creación en el equipo de Pacheta. La definición de «zona de creación» es muy elocuente de lo que debe firmar el Club para la demarcación ya que el Estadio José Zorrilla demanda un jugador muy concreto para la zona. El perfil de ese fichaje debe ser determinado en dos contextos.
Si bien es cierto que creo que Kike Pérez tiene o, como poco, se supone que tiene todo lo que el Real Valladolid demanda, su necesidad de salir es alta. El ‘8’ no está teniendo minutos y debe abandonar el Estadio José Zorrilla. La temporada está cruzada para él como blanquivioleta y pese a tener los contextos futbolísticos que Pacheta demanda, Kike debe salir cedido. El toledano es gran parte de lo que busca Pacheta para el eje del centro del campo. Físicamente tiene la capacidad de cambios de ritmo y técnicamente es similar a Roque Mesa y Álvaro Aguado. Siendo capaz de superar rivales en conducción, Kike tiene el plus de ser zurdo pero nada ha servido para que tuviera minutos y su salida se antoja necesaria.
Sin él y contando desde hace semanas con las bajas de Alcaraz y San Emeterio, el Real Valladolid sabe qué necesita firmar y qué condiciones debe cumplir dicho jugador. El Estadio José Zorrilla busca una operación que, muy posiblemente, sea de cesión. Con varios contratos pendientes de solucionar el próximo verano, las oficinas pucelanas no querrán condicionar más su planificación y buscarán una operación de un jugador que necesite llegar a Zorrilla. Ëste es un condicionante importante que marca la operación.
El estilo de Jon Guridi
Cualquier fichaje que se cierra en enero está supeditada a la necesidad de minutos y oportunidades. Kike Pérez saldrá para sumar más minutos. De igual forma, Lucas Olaza y, por ejemplo, Jon Morcillo y Josema Sánchez. Enero es el mes de las necesidades de minutos y el centrocampista que llegue a Valladolid será un jugador que demande protagonismo y confianza y que, posiblemente, no los encuentre como debe. Este Pucela se define por varios detalles pero, principalmente, por la unión entre Roque Mesa y Álvaro Aguado. Así, el fichaje llegaría para complementar la pareja y, a la vez, para sumar tras ella. Es un condicionante muy importante que marca una operación que futbolísticamente también está condicionada.
Fichar en el último día de mercado tiene una doble lectura. Si bien se puede entender como que las incorporaciones son descartes desesperados y de varios equipos, tener tan detallado el perfil demandando como lo tiene el Real Valladolid invita a pensar en la necesidad real de las necesidades. Vincular a Jon Guridi, tal y como hizo Radio Marca Valladolid, tiene mucho sentido. Por todo. Por juego, cualidades y necesidades.
El perfil del jugador vasco es idóneo. Por cualidades de juego, dominio del balón, rasgos para dominarlo y, también, por situación personal. Con experiencia en la categoría tras su paso por el Club Deportivo Mirandés, Guridi necesita una salida del Reale Arena y el Real Valladolid tiene muchos de los rasgos que él necesita. El contexto de juego de Pacheta se ajusta a las necesidades de un futbolista con poco más de 1200 minutos en el último año y medio. Entre sus demandas y las necesidades pucelanas se vislumbra una operación interesante porque el centrocampista zurdo de 26 años tiene necesidad de este Real Valladolid tan característico como la idea de juego del Pucela de un perfil como el suyo.
