El último día del mercado de fichajes de invierno en el Real Valladolid está dejando importantes movimientos. Tanto de llegadas como de salidas. Pese a que la expectativa e ilusión por las nuevas caras siempre se lleve la palma en los análisis, el principal nombre propio de este 31 de enero es Kike Pérez. El ‘8’ blanquivioleta ha abandonado el Estadio José Zorrilla y lo ha hecho por la puerta de atrás. Creyendo que la suya no es una operación como las de Rubén Alcaraz y Fede San Emeterio porque que la suya es una situación reconducible en otro temporada, su marcha le deja en mal lugar.
El toledano debía abandonar el Estadio José Zorrilla porque no iba a jugar. En el último partido, por ejemplo, Anuar Tuhami entró al terreno de juego antes que él y en épocas no tan lejanas su variante era más como extremo que como interior o centrocampista. Con todo, la presente temporada ha sido una decepción para el jugador y con el futbolista. Kike Pérez no ha tenido suerte pero tampoco ha sabido buscarla. Hay situaciones que no le han ayudado, es cierto, pero, de la misma forma, el ‘8’ no ha estado como se esperaba de él. Siempre parecía estar un punto por debajo de las necesidades pucelanas.
Comenzando la temporada lesionado y sin debutar hasta la novena jornada, Kike Pérez sólo ha disfrutado de dos titularidades y en ninguna ha sido destacado. No es bagaje para destacar pero sí para mostrar ciertas credenciales que han estado lejos. Kike no se ha movido donde se esperaba que lo hiciera y no lo ha hecho porque se ha visto superado constantemente. Inicialmente por Álvaro Aguado y, finalmente, por Anuar Tuhami. Con todo, la situación obligaba a la salida ya que no había cumplido ninguna expectativa y no lo había hecho por un factor lejos del terreno de juego.
Un revés psicológico
Desde su debut con el primer equipo en la temporada 20169/2020 tras el confinamiento y el parón de la competición, Kike creó unas expectativas que se multiplicaron con el descenso tras una decepcionante temporada 202/2021. En LaLiga SmartBank debía ser un jugador capital pero, primero, la lesión y, posteriormente, la explosión de Álvaro Aguado le han lastrado ya que, como me le leí en Twitter a @MiguelonPucela, «Aguado está haciendo lo que esperábamos de Kike» y esa fue un revés psicológico que le ha costado su salida del Real Valladolid.