La linterna de Velasco

La linterna de Ángel Velasco, desde el 20 de febrero de 2007 informando y opinando sobre el Real Valladolid

Los partidos, en frío

Cuánto necesitaba Valladolid a un equipo como éste

José Rojo, Pacheta, tenía razón. ¡Y tanto que la tenía! Nunca mintió en sus afirmaciones. Pudo parecer exagerado e, incluso, populista, pero el entrenador burgalés ha dicho y ha hecho lo que el Real Valladolid necesitaba. Siempre tuve claro que él era el perfil que demandaba el vestuario al que llegaba y, ahora y no sólo por el liderato, queda confirmado. El Real Valladolid que se quedó tras el descenso era un grupo de dudas. Todos se querían marchar del Estadio José Zorrilla. Visualmente era una cuestión económica y deportiva pero, en realidad, era por un tema de confortabilidad.

Los jugadores pucelanos no estaban cómodos en Zorrilla. No lo estaban por una cuestión de juego pero, también, de dinámica. Desde el aspecto individual, la temporada 2020/2021 había hecho mucho daño al vestuario. Ninguno había estado a su mejor nivel y todos querían romper con lo vivido y empezar de cero. Para evitar la pérdida de talento, el Real Valladolid apostó por Pacheta, un tipo insistente y meticuloso. En otro vestuario, su estilo no hubiera cuadrado pero en éste, sí. Él era lo que el vestuario necesitaba porque su discurso era lo que este Real Valladolid y esta afición demandaban.

Convenciendo al grupo, el Estadio José Zorrilla volvería a disfrutar porque había jugadores para ello. El potencial de este equipo es muy alto. Existen muchas posibilidades ofensivas y muchos atributos de ataque. No es una cuestión de categoría y sí de buscar los mejores contextos para activos que se devaluaron como Shon Weissman, Toni Villa, Roque Mesa, Jawad El Yamiq… Buscando lo mejor para ellos, el Real Valladolid demostraría y Zorrilla se «enamoraría», tal y como aseguró Pacheta tras la última victoria. 

45 minutos superiores
En la visita del Real Sporting de Gijón a la ciudad del Pisuerga, el Pucela convenció. Lo hizo por juego, respuestas, posibilidades y evolución. No fue sólo una cuestión de ganar y de ponerse líder. Todo se debe a los registros que llevaron al Real Valladolid a la victoria. Partidos como éste confirman que el camino importa y que las formas son determinantes para convencer, divertir y enamorar. En un encuentro exigente y ante un rival con ideas claras y bien ejecutadas, el Pucela firmó una segunda parte de mucho mérito. En los segundos 45 minutos, los blanquivioleta fueron superiores y merecedores de la victoria porque fueron fieles a su estilo y a su propuesta.

Buscando el campo rival, generando superioridades numéricas, siendo ofensivos y ambiciosos con balón, agresivos para robar la posesión e insistentes a la hora de finalizar, el partido tuvo todo aquello que el Real Valladolid tiene, Pacheta busca y el aficionado necesita para ser feliz. Las formas siempre son importantes y las que tenía este mismo equipo en las últimas temporadas eran cuestionables. Pese a conseguir objetivos, la tendencia del juego y del vestuario era a la baja. Ahora, todo lo contrario. El cambio de categoría suma, sí, pero la ambición del grupo es la protagonista y es aquella que enamora y que confirma que el mundo blanquivioleta necesitaba mucho a este entrenador y al cambio que él ha dado.

𝟭𝟵𝟴𝟴. 𝘗𝘦𝘳𝘪𝘰𝘥𝘪𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦𝘱𝘰𝘳𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘺 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦𝘯𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘜𝘌𝘍𝘈 𝘗𝘙𝘖. Creo que en el fútbol todo tiene el término apropiado y un porqué obligatorio. Por ello, desde 2007 llevo entrenando equipos y escribiendo sobre cómo entiendo este deporte