Es obvio y no se puede negar. Óscar Plano lleva mucho tiempo sin ser el jugador que puede llegar a ser y, tampoco, está cerca de recuperar las condiciones y los rasgos que le llevaron a ser un futbolista diferencial en el Real Valladolid. Teniendo siempre un peso determinante en el equipo, en lo que a minutos se refiere, el ’10’ blanquivioleta no es un jugador regular, constante y que marque diferencias en el equipo de José Rojo, Pacheta. No lo es como tampoco lo era en las últimas temporadas. Pese a que tenía un peso capital para Sergio González, el catalán confiaba en el jugador pero no en su juego.
El estilo del madrileño es concreto. Él se mueve bien en una zona del campo y en unos contextos del juego que están muy alejados de aquellos en los que el futbolista se lleva moviendo las últimas temporadas. Repitiendo lo escrito hace casi dos años en estas líneas, me gustaba más el Óscar Plano de Luis César Sampedro que el de Sergio González. Era más regular y más protagonista. Me gustaba más de la misma forma que el Óscar Plano de las últimas jornadas es más interesante que el del resto de la temporada. El porqué está en su demarcación. Óscar Plano debe jugar por dentro porque ese es su lugar. ¡Hasta Pacheta lo confirmó en su última rueda de prensa!
Llegado al Estadio José Zorrilla en 2017 tras unas buenas temporadas en LaLiga SmartBank en la zona interior, el jugador madrileño ha estado muy alejado de esa zona desde el último ascenso del Real Valladolid. Son más de tres temporadas lejos de su zona de influencia y ya no queda inercia ni capacidad de la que tirar para vivir el presente. Por ello, la ubicación del ’10’ en las tres últimas jornadas es un necesario reinicio para él y, a su vez, una gran invitación para que la presente temporada sea una brillante invitación de recuperar a la mejor versión del jugador.
Un estatus exagerado
El Real Valladolid necesita a Óscar Plano. No hay mejor jugador que él en esta plantilla para dar el último pase, generar un plus ofensivo en el último cuarto ni, tampoco, para triangular con la fuerza que demanda el modelo de juego. Por ello y con todo ello, las tres últimas jornadas están sirviendo como motor para que el mundo blanquivioleta pueda soñar con la recuperación de ese jugador que lideró el ascenso vallisoletano pero que, tras él, ha vivido sin regularidad. Con la motivación de la élite, Plano sustentó su peso en el equipo durante muchas jornadas pero, perdida esa inercia, las temporadas se han hecho complejas y costosas para el jugador.
La llegada de Jon Morcillo a Zorrilla ya hacía pensar en un cambio de demarcación del ’10’
Necesitando una motivación diaria y futbolística, el cambio de ubicación en el terreno de juego es una gran noticia para él y, obviamente, para el equipo. No existe mejor fichaje para el Real Valladolid que la recuperación de la mejor versión de Óscar Plano. Con él bien ubicado, el Real Valladolid fichaje un gran ’10’ y descarta la llegada de un nuevo delantero en invierno. Con la llegada de Jon Morcillo se han multiplicado las posibilidades de ver a Óscar Plano en la zona donde mejor va a rendir, aquélla que hace meses que no tiene y la misma desde la que se ganó un estatus que estiró mucho pero que desde hace tiempo está apagado y limitado.
