El año 2021 se cerró con la importante victoria (0-2) del Real Valladolid en el Reale Arena ante la Real Sociedad B. Aquel duelo, además de por los tres puntos, se recuerda por el regreso de Gonzalo Plata al equipo. Aquellos fueron los primeros minutos del atacante ecuatoriano tras el accidente de tráfico y la sanción que le impuso el Club por aquel acto de indisciplina. El Real Valladolid como institución y José Rojo, Pacheta, como entrenador, apostaron por el jugador. Primero, para protegerle y, después, para recuperarlo sobre el terreno de juego.
Lejos del Estadio José Zorrilla, Gonzalo Plata volvió a sentirse futbolista y lo hizo en un duelo que dejó sensaciones tan contrapuestas como similares a las de este domingo ante el Club Deportivo Leganés. El primer regusto que ha dejado el partido de Gonzalo Plata en su regreso a Zorrilla ha sido la de un jugador que quería contentar al aficionado. Lo antes posible, el ’12’ buscaba resarcirse de lo hecho con un gol, una jugada diferencial o un pase determinante. Con ansiedad en el juego y poca claridad para la toma de decisión, Gonzalo Plata estuvo cerca del gol al estrellarse contra el palo, sí, pero firmó una participación muy lejana de lo que puede ofrecer.
Siguiendo con los argumentos de Pacheta para dejar al jugador en los dos últimos encuentros del año 2021 como local, Gonzalo Plata no está para ser diferencial. Por el rendimiento ofrecido en el duelo de la jornada 22 y por los gestos que le han llevado a no sumar en diferentes acciones ventajosas, el ecuatoriano ha confirmado que necesita trabajo y que el Real Valladolid y su cuerpo técnico tienen aún mucho que hacer y conseguir para que el atacante sea tan diferencial como lo era antes de aquel acto injustificable de indisciplina de principios del mes de diciembre.
Su recuperación
Plata es un jugador con un juego muy concreto. No ha necesitado muchos partidos para confirmar quién es y cómo puede sumar. Con todos sus registros, el jugador no ha estado a su mejor nivel en el regreso al Estadio José Zorrilla. Tras sumar sus primeros minutos en San Sebastián, la del duelo ante el Club Deportivo Leganés era una prueba de fuego para él y para Pacheta. El futbolista se jugaba mostrar en qué momento está y qué puede sumar y, desde ese punto, Pachate entendería qué debe hacer tras saber cómo estaba el jugador.
Con 90 minutos en las piernas, Plata está peor de lo que se esperaba y, por lo tanto, el cuerpo técnico tiene más trabajo del esperado porque si algo hay claro en toda esta situación es que Pacheta y el Club quieren contar con él. Quieren o deben, nunca se sabrá al 100%, pero sabiendo que el jugador estará en Zorrilla hasta el 30 de junio lo mejor es saber cómo está, qué necesita y, así, recuperarle. Por su bien pero, también, por el del equipo. Ante todas esas necesidades, el Pucela tiene mucho trabajo por delante.