No es sólo ganar. Importa el cómo. No es una cuestión de demagogia y sí de convencimiento. No del mío sino del que lo ve. No es lo mismo ganar de una forma que de otra. No es igual generar tanto y tan bien y dentro de los registros definidos que ganar por un error del rival. Detallando en clave del actual Real Valladolid: no es lo mismo ganar como se hizo (1-0) ante el Real Oviedo que como se ha hecho este domingo ante el Club Deportivo Leganés. Los primeros tres puntos del año 2022 convencen mucho de que los pucelanos están merecidamente donde están pero que éste no es el techo del equipo.
Pese a que la Unión Deportiva Almería tenga un partido menos que los pucelanos, reducir la diferencia en la clasificación con el líder a menos de dos partidos genera mucho confianza en el equipo y en el entorno. Acostumbrase a ganar, como hace ya el equipo, es el mejor síntoma de un Pucela al que se le acaban las excusas. Este Pucela ha enterrado mucho de los lastres de la temporada pasada y ha reducido la mochila con la que estaba en agosto. Como ha narrado el propio Pacheta en la rueda de prensa posterior al duelo, ésta es una fase que «cuesta mucho» pero que el Pucela tiene adquirida por el juego y no por lo resultados.
La mejor sensación que ha dejado el Real Valladolid en la duodécima victoria de la temporada es la de disfrutar en el terreno de juego. Todos se divierten tras conseguir tres puntos, pero son muchos los que no lo hacen hasta llegar a la victoria. Este equipo, poco a poco, va quemando etapas y va haciendo que el «proceso» tenga verdad y seguridad. Confirmando de forma categórica que el estilo y el modelo del cuerpo técnico de Pacheta es el que quiere el vestuario blanquivioleta, el proceso señala a objetivos más ambiciosos.
Estadísticas, datos, sensaciones, juego…
Sabiendo que el vestuario entiende, compra y disfruta con la propuesta de juego y que ésta ofrece rendimientos tan completos como el visto en la visita del Club Deportivo Leganés al Estadio José Zorrilla, todo indica que los pucelanos pueden mirar a la siguiente fase. Por sensación, números estadísticas, cifras y juego, estar asentado en la zona de play off no es el techo de este equipo. Ni mucho menos. Siempre he creído que el potencial de esta plantilla era altísimo y que el margen de mejora nunca se había consumido. Sólo había que esperar, tener paciencia y dar los condicionantes necesarios para ‘explotar’.
Desde ese margen de mejora, el Real Valladolid podría aspirar a lo máximo y, ahora, en el inicio del 2022, los pucelanos están en el momento justo para dejar atrás las excusas e, incluso, los condicionantes y mirar y aspirar a todo. Ante el CD Leganés se ha dado un golpe definitivo para que los pucelanos tengan un rostro ganador y con ello puedan ser aún más ambiciosos. Deben hacerlo porque todos los registros invitan a ello. En cuestión de estadísticas de juego, números en la clasificación, juego y evolución, el Real Valladolid está en su momento y no lo puede desaprovechar.
