La linterna de Velasco

La linterna de Ángel Velasco, desde el 20 de febrero de 2007 informando y opinando sobre el Real Valladolid

Firma afilada

Una idea de juego a la que le faltan detalles y respuestas

El Real Valladolid ha llegado al final de la primera vuelta en una situación que, como describo en ElDesmarque Valladolid, Pacheta «hubiera firmado» en el primer partido de la temporada. El de Salas de los Infantes hubiera apostado por llegar con 37 puntos, en zona de play off, a menos de un partido del ascenso directo y con 11 victorias. Los números son buenos pero el cómo se ha llegado a ellos, no tanto. Estar en la situación que el equipo tiene actualmente es buena en el sentido numérico, pero sólo por ellos. A nivel de juego, la seguridad pucelana es otra bien diferente, tal y como quedó demostrada en la visita al Reale Arena.

En la victoria (0-2) ante el filial de la Real Sociedad el Real Valladolid mostró una idea de juego. Nadie, absolutamente nadie que haya visto jugar a este equipo durante 45 minutos duda de cuál es el modelo de juego y los objetivos de los de Pacheta. El estilo blanquivioleta está claro. Cómo ejecutarlo y matizarlo ya es diferente. El principal problema pucelano durante esta temporada es vivir en registros que no le favorecen. Pese a llevar ya el 50% de la competición liguera y sumar 23 encuentros oficiales, el Real Valladolid sigue siendo endeble y carece de regularidad, seguridad y consistencia.

En el cierre del año 2021 y de la primera vuelta, Pacheta mostró los puntos fuertes y los débiles de su equipo. El Real Valladolid avanza, sí, pero lo hace lentamente y lo hace porque carece de consistencia y credibilidad en 90 minutos. Arturo Alvarado, en su crónica de El Mundo – Diario de Valladolid, aseguraba que saber qué Real Valladolid hay depende del minuto en el que se haga la pregunta. Es cierto y lo es porque el Pucela depende mucho de cómo le exija el rival. En la derrota (3-2) ante la Sociedad Deportiva Huesca se vio. El equipo no tenía argumentos para sostener una propuesta inesperada.

Detalles que son diferenciales
Fuera del guión que quiere el Real Valladolid, el equipo sufre
. Fuera de su idea de juego y el modelo instaurado por el cuerpo técnico y bien aceptado por el grupo, el Pucela no es consistente. Ante la búsqueda de nuevos estilos y nuevas variantes, los pucelanos sufren y lo hacen porque su mayor debilidad está en la reacción a los estímulos, en la lectura de los partidos y en la adaptación a esas novedades que se encuentran en el partido.

Creyendo que un equipo se define por su centro del campo, Álvaro Aguado y Roque Mesa son jugadores muy versátiles pero lo son sólo con el balón y la posesión. En registros en los que sufren o en los que ellos no tienen el balón cómo y dónde quieren, el Real Valladolid llega a ser débil. Lo hizo en San Sebastián y lo ha hecho en múltiples partidos. En demasiados, me atrevería a decir y es que, con todo, se confirma que el «proceso» que Pacheta tanto menciona existe.

Es «proceso» y esa evolución son reales pero están teniendo una ejecución mucho más lenta de lo que el burgalés y el entorno querían. Por eso, el Real Valladolid sólo, que no es poco viniendo de dónde venía el equipo, tiene asimilado el modelo y no las variantes, las respuestas y los detalles que viven alrededor de esa idea y que cada vez tienen más peso en el mundo del fútbol y en la construcción de una identidad que te llevan a ganar partidos.

𝟭𝟵𝟴𝟴. 𝘗𝘦𝘳𝘪𝘰𝘥𝘪𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦𝘱𝘰𝘳𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘺 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦𝘯𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘜𝘌𝘍𝘈 𝘗𝘙𝘖. Creo que en el fútbol todo tiene el término apropiado y un porqué obligatorio. Por ello, desde 2007 llevo entrenando equipos y escribiendo sobre cómo entiendo este deporte