La linterna de Velasco

La linterna de Ángel Velasco, desde el 20 de febrero de 2007 informando y opinando sobre el Real Valladolid

Los partidos, en frío

90 minutos que resumen a la perfección las 21 jornadas

Siempre he entendido y he defendido, por ese orden, que el «proceso» del que tanto habla José Rojo, Pacheta, en esta temporada se conseguirá si se lleva a la práctica desde los partidos. Un equipo que quiere terminar mejor la temporada de lo que lo ha empezado es aquel que termina los partidos mejor de lo que los empieza. Esos son los dos grandes objetivos del actual Real Valladolid y, a su vez, las dos grandes necesidades pucelanas. Son ambiciones pero, también, carencias porque el equipo lo demostró en el último partido del año 2021 y en el cierre de la primera vuelta de la temporada.

El partido ante la Real Sociedad B nunca se puede entender desde la victoria (0-2). Rechazando el análisis resultadista, el Real Valladolid firmó un partido irregular y de grandes altibajos, aquéllos que, a su vez, definen al equipo de Pacheta durante las 21 jornadas disputadas. El actual Pucela no tiene la estabilidad que el entorno quiere ni la que el propio cuerpo técnico demanda. Los pucelanos son un equipo inestable en muchas fases de los partidos y lo son tanto como mostraron en el encuentro en el Reale Arena. 

En San Sebastián se vieron dos caras vallisoletanas y estas fueron dos versiones tan diferentes como las que el equipo ya ha mostrado en la temporada. Capaz de lo mejor y de lo peor, el Real Valladolid fue muy superior al rival en el inicio del encuentro. Los primeros 30 minutos de la jornada 21 de LaLiga SmartBank muestran un Pucela serio, fiable y convencido. Tenía fuerza, era vertical y conseguía encontrar la portería rival con cierta claridad. El partido empezaba muy bien, como lo hizo la temporada.

Buscando fiabilidad
Las primeras sensaciones eran pucelanas pero costó que tuvieran recorrido en el partido, igual que en el inicio liguero. Al primer golpe y las primeras dudas, el Real Valladolid tiembla. Sin conceder grandes ocasiones hasta bien entrada la segunda parte, los de Pacheta fueron un equipo que bajó sus credenciales mucho en el encuentro. El «proceso» se firmó al revés y es lo que no se puede permitir un equipo como el blanquivioleta. Los pucelanos deben ser un conjunto fiable y consistente en 90 minutos y ante los vascos sólo lo fueron en el inicio.

Esos primeros minutos fueron muy buenos. El Real Valladolid generó, creo y superó al rival pero, después, el equipo cayó mucho. Lo hizo porque como ya ha demostrado en la temporada carece de muchas variantes y respuestas. Si este equipo tiene oportunidad de llevar el partido por sus registros, el duelo es favorable. Si, por el contrario, tiene que ofrecer variantes y respuestas inesperadas, el partido se hace largo y cuesta arriba. San Sebastián es el último ejemplo pero no ha sido, ni mucho menos, el único en estos primeros 21 partidos ligueros de la temporada.

En ellos se ha visto un buen Real Valladolid pero, también, una versión blanquivioleta con dudas. El Pucela que se está viendo esta temporada es el resumido en el encuentro del Reale Arena. Capaz de lo mejor pero, también, llegando a ser frágil, el «proceso» vuelve a estar en duda porque duelos así no dejan la seguridad que el Real Valladolid debería ofrecer tras 23 encuentros oficiales, siendo 21 ligueros.

𝟭𝟵𝟴𝟴. 𝘗𝘦𝘳𝘪𝘰𝘥𝘪𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦𝘱𝘰𝘳𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘺 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦𝘯𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘜𝘌𝘍𝘈 𝘗𝘙𝘖. Creo que en el fútbol todo tiene el término apropiado y un porqué obligatorio. Por ello, desde 2007 llevo entrenando equipos y escribiendo sobre cómo entiendo este deporte