No hay nada como el fútbol en directo. ¡Nada! En él se ve muchos más detalles que por televisión. Tras presenciar en directo la derrota (3-2) del Real Valladolid ante al Sociedad Deportiva Huesca, la principal sensación que me dejó el equipo es de irregularidad e inseguridad. El equipo de José Rojo, Pacheta, tuvo fases buenas de juego pero vivió marcado por el inicio del partido. Superados en el planteamiento de Xisco Muñoz, los vallisoletanos firmaron un duelo que señala a varios de sus jugadores pero, en especial, a uno: Javi Sánchez.
Siendo éste el primer partido que pude vivir en directo del equipo blanquivioleta esta temporada, ver al madrileño me hizo retroceder varios años en el recuerdo e instalarme en la temporada 2010/2011, aquélla tras el traumático descenso de 2010 y la misma en la que el primer entrenador pucelano era Antonio Gómez. A aquel equipo le costó mucho arrancar pese a tener jugadores de gran nivel. En aquel vestuario había activos con vitola de LaLiga Santander, como ocurre actualmente. Ese aroma es desde el que se analizan muchos de los partidos y, también, desde el que actúan muchos jugadores.
Aquella campaña 2010/2011 me dejó, al contrario que la actual, ver muchos partidos en directo. Presencié varios encuentros del equipo que llegó a entrenar Javi Torres Gómez y Abel Resino. En todos los que puede ver antes del mercado invernal la sensación sobre César Arzo era la misma y ésta, ahora, se repite al ver a Javi Sánchez. En sus momentos, ambos son defensas centrales de enorme nivel. Poseen cualidades, que pese a ser diferentes entre ellos, le llevan a tener nivel para ser diferenciales en la categoría. El problema está en la actuación sobre el terreno de juego.
Una comparación muy subjetiva
Tanto uno, hace ya diez años, como otro ahora, me dejan la sensación de vivir la temporada como un castigo y no como una oportunidad. En lo que al actual ‘5’ se refiere, el año deportivo es capital para sus intereses. Siendo un jugador de enorme calidad y condiciones, su estancia en Valladolid le ha debilitado. Las lesiones y el rendimiento le han restado valor. Él, ahora, necesita una temporada de rodaje y minutos. Javi Sánchez necesita jugar, jugar y jugar. No tiene otro objetivo en la temporada pero, quizás, la forma en la que está afrontado el año no es la más correcta para sus necesidades.
Llamado a otras cotas, como era el caso de César Arzo, la realidad ha llevado al jugador a un presente inesperado. Javi Sánchez no se esperaba estar a estas alturas de su carrera en LaLiga SmartBank y, además, hacerlo sin ser titular indiscutible, como ocurre. Actualmente, es el tercer central del Real Valladolid y esto me suma motivos para una comparación muy subjetiva, sí, pero sujeta a acciones y rendimientos que tienen muchas similitudes diez años después. Este Javi Sánchez me recuerda mucho a aquel César Arzo y no sólo por la edad.