Anuar Tuhami se ganó el dorsal esta temporada para José Rojo, Pacheta pese a que tuviera que salir del Real Valladolid la pasada temporada y en el mercado de invierno de la temporada anterior. Empezando de cero, como Álvaro Aguado, el canterano blanquivioleta reinició su presencia en el primer equipo. Lo hizo sin mirar atrás y, así, convenció a un cuerpo técnico que desde los primeros entrenamientos tenía claro que quería contar con el jugador. ¿Para qué? Para todo pero, quizás, para nada.

El último duelo, el del empate (1-1) ante el Málaga CF, ha demostrado qué puede sumar el ’25’, desde qué rol y qué trascendencia puede tener para el equipo. Marcado como centrocampista, Anuar está aportando poco desde un rol de creador de juego o desde funciones defensivas en un doble pivote. El ceutí ha salido de la zona central para moverse por todo el campo. En Ponferrada partía del costado izquierdo en una demarcación que tenía un enfoque que no supo ofrecer. Días después, ante el Málaga, su salida al terreno de juego fue para sumar verticalidad en el costado contrario. Desde el perfil derecho, Anuar inyectó intensidad, pero le costó tener acierto.

Entró bien al campo, tal y como aseguró Pacheta, sí, pero este nuevo rol genera muchas dudas. Tengo claro que así no va a ser un jugador importante. Nunca va a poder obtener un rol destacado. Sumará minutos y tendrá ciertas titularidades pero creo que no tendrá ninguno peso relevante en la temporada. Ante el Málaga CF se le pudo ver intenso y participativo pero falto de acierto y claridad. Con todo, Anuar no está cómodo. Él quiere estar en el Real Valladolid pero el uso que se está haciendo de él no le va a llevar a ser importante y no va a cambiar la tendencia que ha podido tomar su carrera.

Reproches y exigencias
Siempre creí en el potencial del jugador. Le vi como un activo diferente a lo que existía en el equipo. Además, siempre estaba preparado para sumar y rendir. Cuando se le demandaba, respondía. Con sus cualidades, su estilo y sus limitaciones, siempre ofrecía una buena versión. Ahora, sin saber qué rol va a tener y desde qué posición va a partir, Anuar está en un momento complejo porque aún debe atacar un margen de mejora y crecimiento para su juego que será muy complicado que pueda asumir desde esta situación a la que le invita Pacheta.

El entrenador burgalés quiere contar con él. Le quiere como segunda, tercera o cuarta opción para determinadas posiciones y situaciones. Como ante el Málaga CF, Anuar sumará minutos y derrochará pasión, intensidad y fuerza, pero nunca será capital para los planes del equipo. Tendrá minutos pero no liderazgo, será utilizado pero nunca exprimido.

En este círculo, Anuar sumará pero no evolucionará y, así, su rendimiento será muy parecido siempre al del duelo ante el Málaga CF. En él, lo puso todo sobre el terreno de juego pero consiguió muy poco. No se le puede reprochar nada pero sí se le puede pedir más y es éste el gran problema de Anuar en los últimos años de su carrera.