José Rojo, Pacheta, aseguró en su rueda de prensa de presentación que su Real Valladolid iba a ser un equipo «vertical y ofensivo». Queriéndose adaptar a las condiciones que se fuera a encontrar en el vestuario, el burgalés tenía y tiene muy claro ser dominador del juego y vivir, el mayor tiempo posible, en campo contrario. El objetivo estaba claro y el nuevo preparador lo ha conseguido. La victoria (0-2) en Lugo confirma las formas del Pucela pero, también, ciertas necesidades y demandas.
En cualquier equipo, la verticalidad, el desequilibrio y el uno contra uno nunca sobran. Para todos es bienvenido, pero para este Real Valladolid, más. Por ello, la llegada de Gonzalo Plata es una buena noticia para el Estadio José Zorrilla porque el jugador se va a encontrar con un ambiente positivo para él. El nuevo Real Valladolid es un conjunto que sin apostar, por ahora, con un sistema en el que el ecuatoriano se defiende bien, él sí que tiene los rasgos que el entrenador y el equipo piden para tener variantes, ser vertical, mostrar atrevimiento y vivir el mayor tiempo posible en campo contrario.
Hablar del atacante ecuatoriano es hacerlo de un jugador que ha llamado la atención de muchos equipos y que lo ha hecho en diferentes etapas de su carrera. El Fútbol Club Barcelona llamó a su puerta cuando aún era menor de edad. Diferentes detalles de su salida de Ecuador le llevaron a Portugal y no al Camp Nou y desde el Sporting de Portugal ha llamado la atención de múltiples conjuntos del nivel del blanquivioleta. Cádiz CF, Granada CF o RCD Espanyol han tanteado de una forma o de otra su fichaje y lo han hecho prendados de las cualidades de conducción, regate y disparo de un jugador polivalente en funciones ofensivas.
Con gestos individualistas, Gonzalo Plata es uno de esos jugadores a los que no les pesa la responsabilidad. Es un perfil de ataque que siempre busca encarar, sacar un buen disparo o generar una enriquecedora jugada. El nuevo activo pucelano muestra detalles de un jugador que aún debe hacerse al ritmo europeo. De enormes cualidades y de un futuro único, la irregularidad es uno de sus grandes problemas. Con conexiones y desconexiones al juego y a exigencias de equilibrio y movimiento defensivos, Pacheta tendrá un tira y afloja con él.
Ambición y potencial
Si el entrenador burgalés quiere ser potente, vertical, protagonista y ofensivo, Gonzalo Plata le sumará y lo hará desde registros y variantes que, hoy por hoy, no existen en el Estadio José Zorrilla. Con potencia, piernas y cualidades físicas similares a Hugo Vallejo, el juego del granadino y el ecuatoriano son diferentes pero llegan para sumar lo mismo o similar. En un equipo sin grandes variantes para el juego exterior y con la duda de Pablo Hervías, el cuerpo técnico pedía y necesitaba perfiles y rasgos como los que de Gonzalo Plata.
Con ellos sobre la mesa, el Real Valladolid y, sobre todo, su entrenador deberán aclimatar al jugador a las exigencias grupales. Sabiendo en qué contextos se moverá bien Gonzalo Plata y en cuáles no, Pacheta y sus ayudantes deberán trabajar un potencial enorme pero unas cualidades que deben ser detalladas y adecuadas a las exigencias y ambiciones de un jugador con pocos minutos al máximo nivel y en Europa. Pese a ello, nada le resta para querer ser protagonista desde la enorme ambición que muestra en todos sus retos y partidos.