La linterna de Velasco

La linterna de Ángel Velasco, desde el 20 de febrero de 2007 informando y opinando sobre el Real Valladolid

Preguntas

¿Por qué Orellana no cumplió las expectativas creadas?

Fabián Orellana ya es pasado del Real Valladolid y lo es sin ser historia. El chileno cierra su breve paso por el Estadio José Zorrilla con más pena que gloria y tras la confirmación de no haber cumplido con las expectativas que generó su fichaje y la esperanza que suscitó su llegada de dar al equipo un punto diferencial y diferente en campo contrario. El atacante chileno llegaba a Valladolid tras haber ofrecido en un equipo del nivel del blanquivioleta todo lo que el Pucela de Sergio González necesitaba, pero la suya ha sido una aportación muy lejana de esas expectativas generadas.

La llegada del ya exblanquivioleta estaba condicionada, obviamente, por la edad. El del Real Valladolid era el último barco de nivel en la carrera del jugador. El cierre a sus mejores años llegaría de blanquivioleta y, muy posiblemente, en Zorrilla se cerraría su etapa en Europa. Era una oportunidad inmejorable de finiquitar esta larga fase de su carrera por la puerta grande, pero nada ha podido estar más lejos de lo esperado. Fabián Orellana nunca ha sido diferencial y jamás ha sabido sumar ni aportar todo aquello que se presuponía a su fichaje.

Sin ofrecer el rendimiento esperado, el análisis, como siempre en el fútbol, se debe centrar en el porqué. Cuando tienes un jugador que había sumado el rendimiento que Orellana había ofrecido y, meses después, no es el mismo, la responsabilidad existe y es determinante analizarla y buscarla. En este caso, el responsable principal, sin duda, ha sido el cuerpo técnico anterior. Volviendo al análisis tras la victoria (0-2) del Real Valladolid en Lugo, el problema de Orellana ha sido de contextos de juego. Sergio González antepuso los suyos y limitó los del jugador que, poco a poco, se fue desvaneciendo hasta perder la ambición y el coraje que le había caracterizado.

Sin éxito deportivo
El rendimiento de las temporadas en la Sociedad Deportiva Éibar y la unión creada con José Luis Mendilibar dejaban un regalo en el Estadio José Zorrilla. Éste, en un principio, tenía un punto polémico y rebelde que tampoco ha surgido en el Real Valladolid. Ni en eso, Orellana ha sido Orellana. Determinante en el campo y con personalidad hasta llegar a él, las expectativas futbolísticas y psicológicas del jugador hicieron ficharle con vitola de estrella. Algo más de un año después, el jugador ha salido del Estadio José Zorrilla siendo otro totalmente diferente. Mucho más devaluado.

Salvador del Real Valladolid en un partido de Copa del Rey al conocer el reglamento, la mayor aportación del ’12’ en su etapa pucelana no es futbolística. El suyo ha sido un rendimiento que ha estado bajo mínimos. Pese a que las suyas fueron unas expectativas muy altas, lo ofrecido no llega a lo esperado y eso que siempre se le miró con buenos ojos.

La esperanza siempre fue alta y el entorno, sediento de liderazgo, se contentaba con poco. En pretemporada se ilusionó y, durante el curso, se esperanzó, pero no. Éste no era el año de Fabián Orellana. Nadie le ayudó para que lo fuera y él tampoco hizo para cambiar mucho. Por contextos, ingredientes, entrenador, ambición personal… No fue su temporada y un año después sale de Zorrilla con mucha mayor discreción de la que tuvo a su llegada.

𝟭𝟵𝟴𝟴. 𝘗𝘦𝘳𝘪𝘰𝘥𝘪𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦𝘱𝘰𝘳𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘺 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦𝘯𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘜𝘌𝘍𝘈 𝘗𝘙𝘖. Creo que en el fútbol todo tiene el término apropiado y un porqué obligatorio. Por ello, desde 2007 llevo entrenando equipos y escribiendo sobre cómo entiendo este deporte