«Poner en valor» es un término que no me gusta. Lo veo pedante pero es una frase que José Rojo, Pacheta, utilizó en la previa a la visita del Real Valladolid a Lugo y que, muy posiblemente, siga utilizando tras la victoria en el Estadio Ángel Carro. Si antes del duelo, el entrenador burgalés quería destacar y elogiar el buen hacer de su equipo en fases importantes de los dos partidos anteriores, tras los 90 minutos ante los de Rubén Albés, Pacheta elogiará la actuación de los suyos en un momento complicado, en un estado exigente y tras unos contextos de juego desfavorables.
Ganar en Lugo nunca ha sido fácil. Para el Real Valladolid no era sencillo ni marcar en tierras lucenses. Conseguir tres puntos en inferioridad numérica jamás es tarea sencilla. Superar a un rival en la mayoría de las situaciones del juego no es lo habitual. Nada de lo conseguido por el Real Valladolid en Lugo es fácil y, por lo tanto, debe ser valorado como tal. Por las formas y por el resultado, los elogios deben existir tras la segunda victoria de la temporada y se deben dar sin hacer de menos a LaLiga SmartBank.
El Real Valladolid se debe adecuar a la categoría en la que está en todos los sentidos. En la exigencia pero, también, en el elogio. Se deben valorar las victorias que se consigan en esta categoría y, más aún, con los condicionantes con los que ha jugado el equipo de Pacheta en el encuentro. Ganar en Lugo, hacerlo con 10, en un momento de nervios, incertidumbre e «inestabilidad», con las inseguridades que tiene el equipo… Este Pucela debe crecer mucho y se le debe exigir el máximo pero ese ‘máximo’ a estas alturas no es más del ofrecido en esta tercera jornada.
Cambio de tendencia
Adecuándose a las posibilidades del equipo en la lista y en la convocatoria, asumiendo las circunstancias del partido y adaptándose a todos los cambios en el terreno de juego, el Real Valladolid se merece una palmada en la espalda tras su segunda victoria de la temporada. La seguridad defensiva, las ideas para correr con balón, la fuerza para generar peligro en campo contrario y en las inmediaciones del área y el equilibrio del equipo son rasgos para elogiar y celebrar.
Después de muchos meses, el Real Valladolid deja la sensación de estar trabajado y tener un líder en el banquillo. Pacheta, actualmente, es el faro blanquivioleta y desde él debemos valorar todo lo que consiga este equipo porque todo lo que estos jugadores obtengan sobre el terreno de juego serán ladrillos para forjar la fuerza y la estructura de un vestuario que hasta hace bien poco estaba roto y debilitado.
Sin excusas y asumiendo todo lo que ocurre alrededor del equipo como una gran oportunidad, el Real Valladolid debe valorar y elogiar en su medida todo lo que este equipo obtenga en esta complicada temporada. Lo conseguido, firmado y acumulado será en LaLiga SmartBank, sí, pero lo será forjar una identidad que devuelva al equipo a LaLiga Santander. Desde el proceso y con los resultados. Desde valorar lo que se consigue y en dónde.