Segunda jornada de LaLiga SmartBank para el Real Valladolid y José Rojo, Pacheta, entrenador blanquivioleta era cuestionado por si había o veía «nervios» en el vestuario. No ganar la primera jornada podía haber generado cierta ansiedad en el equipo, pero todo lo contrario. La confianza y la seguridad que el entrenador burgalés transmite sobre su equipo es muy alta y lo hace sabiendo además para qué ha llegado al Estadio José Zorrilla. Pacheta recuerda constantemente que ha sido fichado para ascender y para ganar, pero no por ello se olvida del proceso que se debe vivir hasta llegar a ese punto.
Antes de ascender hay que ganar muchos partidos y para firmar muchas victorias hay que forjar una identidad y, antes de ello incluso, saber con quién puede contar el equipo y con quien va a formar el vestuario. Sin tener claros los puntos principales y los más básicos, el Real Valladolid no puede calibrar su futuro ni, tampoco, saber a dónde puede llegar, por el momento. Los de Pacheta no saben cómo ni con quién podrán luchar por su gran objetivo: el ascenso. El Real Valladolid sabe por qué tiene que luchar pero, de cara a la segunda jornada, les faltan entender cómo deberá hacerlo.
Sabiendo que el actual cuerpo técnico basa todo el estilo en las cualidades de sus jugadores, éste debe saber quién va a ser inscrito y quién no. Debe o, como poco, lo agradecería. Es una parte importante de la organización deportiva del equipo y el Real Valladolid, actualmente, no la tiene. Es una losa pero un inconveniente sobre el que no se va a sustentar ninguna excusa. Pese a que Pacheta quisiera que el mercado estuviera cerrado, el entrenador pucelano sigue centrado en aquello que puede dar y exigir al equipo ahora.
Centrado principalmente en el proceso que lleva a ser un equipo fiable y seguro, Pacheta mira a las victorias y al orgullo de la afición. Una exigencia suele ser sinónimo de otra pero, ante todo, genera una unión y vinculación que este equipo necesita y que el cuerpo técnico quiere buscar por encima de todas las ambiciones y necesidades. El actual Real Valladolid demanda confianza y unión y es ese el principal objetivo que se marca el nuevo cuerpo técnico y el que vende y promulga José Rojo, Pacheta.
Insistencia y orgullo
«La afición se debe sentir orgullosa del equipo», ha asegurado en varias ocasiones y es eso lo que él busca con insistencia pese a que sepa de su dificultad y que conseguir unanimidad es una «utopía». En cualquier aspecto de la vida y del fútbol, convencer a todos es imposible pero el actual entrenador pucelano quiere hacer creer «al mayor número posible» de gente. Tanto en el vestuario como en la grada. «Si nos convencemos, corremos por el compañero y si lo hacemos, conseguiremos retos inimaginables», narró Pacheta en su rueda de prensa de presentación y es eso lo que el propio burgalés busca con insistencia y que quiere conseguir desde la primera victoria y el primer duelo de la temporada en Zorrilla.
Lo que vamos a ver durante esta temporada en el Estadio José Zorrilla es un entrenador insistente y testarudo en la consecución de sus objetivos. Las formas se las definirá el mercado, el proceso de trabajo y la evolución de su vestuario. El cómo está por definirse pero los objetivos, no. Este Real Valladolid divide muy bien entre las formas y los objetivos ya que su entrenador sabe qué puede pedir y qué debe exigir.