La linterna de Velasco

La linterna de Ángel Velasco, desde el 20 de febrero de 2007 informando y opinando sobre el Real Valladolid

Enfoques

El éxito de que Álvaro Aguado no sea visto con mochila

Como describo en ElDesmarque Valladolid, José Rojo, Pacheta, ha tomado importantes decisiones en su primer partido con el Real Valladolid. El entrenador blanquivioleta ha tomado el mando de su «parcela» para definir qué quiere con las herramientas que le da el Club. Entre tanto nombre destaca uno sobre el resto: Álvaro Aguado. El jienense ha encontrado una inesperada oportunidad en el Real Valladolid gracias a la apuesta que el burgalés ha hecho en su perfil y en sus posibilidades cuando éstas más en duda estaban.

Después de la malas experiencias en Soria y Fuenlabrada, nadie esperaba ver a Álvaro Aguado en la citación para Las Palmas y, obviamente, disputado minutos ni haciéndolo por delante de otros jugadores como Rubén Alcaraz. Aquel tópico del fútbol de «no mirar el DNI» se ha cumplido en el Real Valladolid gracias a la oportunidad que Pacheta ha dado al jugador. No por los minutos en Las Palmas sino por la oportunidad que ha tenido para ganárselos. Después de esas malas cesiones y, a su vez, del mal final en Córdoba, muchos hubieran cerrado las puertas al jugador antes de vestirse de corto.

Influenciado por el pasado y los informes, la decisión de Pacheta y de su cuerpo técnico sobre Álvaro Aguado hubiera sido muy clara. Se contaba con el ’16’ como un descarte fijo pero se le regaló una oportunidad al jugador que éste ha aprovechando. Dadas las circunstancias del número de jugadores que tiene el equipo y las importantes decisiones que tiene que tomar el Club, que Aguado estuviera en la lista y que disputara de minutos es un éxito individual del jugador. Después, mucho después, ésta el rendimiento en el empate (1-1) en el Estadio de Gran Canaria.

Analizando lo ofrecido por el jugador en esos 26 minutos disputados ante la Unión Deportiva Las Palmas el regusto es malo. El centrocampista no tomó buenas decisiones y no tuvo influencia en las mejoras que, muy posiblemente buscaba, Pacheta con su entrada. Se le vio frío en la decisión con el balón y estuvo carente de liderazgo para asumir lo que el partido pedía. Tras el gol de Marcos André, el equipo pedía dominio y control. Una conducción o una sorprendente transición era la demanda de Pacheta pero Aguado no supo darlas. No estuvo bien pero, actualmente, el análisis no se debe hacer sobre lo que ofreció en su oportunidad, pero sí la oportunidad como tal.

Sin mochilas
Si los primeros partidos no deben ser exámenes muy contundentes de forma global, menos deben serlo de forma individual. La situación, actualmente, pide ser analizada por los condicionantes que han llevado a ella y, por ello, se debe entender y analizar cómo se ha ganado Álvaro Aguado el hecho de tener ficha y dorsal después de ser descartado en una primera lista. Siendo el único que ha abandonado ese grupo de descartes, el jienense estuvo por delante de Rubén Alcaraz en las preferencias del nuevo cuerpo técnico. Para él, un éxito.

Con un juego muy concreto y definido en los pocos partidos de pretemporada, Aguado se ha ganado una oportunidad. De momento, es una opción de reivindicarse y de demostrar el potencial que tiene. El suyo es un talento por confirmar. Tras pequeñas aportaciones en el Córdoba CF, su llegada al Estadio José Zorrilla se transformó en decepciones y problemas. Pese a ello ahora tiene una oportunidad, aquélla que le brinda Pacheta tras lo visto en una pretemporada a la que se confirma que el burgalés y el jienense llegaron sin mochilas.

𝟭𝟵𝟴𝟴. 𝘗𝘦𝘳𝘪𝘰𝘥𝘪𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦𝘱𝘰𝘳𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘺 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦𝘯𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘜𝘌𝘍𝘈 𝘗𝘙𝘖. Creo que en el fútbol todo tiene el término apropiado y un porqué obligatorio. Por ello, desde 2007 llevo entrenando equipos y escribiendo sobre cómo entiendo este deporte