El Real Valladolid tiene la plantilla muy avanzada. Los de José Rojo, Pacheta, iniciarán y terminarán la temporada 2021/2022 con un porcentaje alto de lo que fue su plantel la temporada pasada. Pese al descenso, el vestuario blanquivioleta contiene jugadores con contrato y potencial para luchar por los nuevos objetivos del equipo. Con ese número ya en la dinámica, el equipo tiene un paso importante hecho pero, pese a ello, desde el Estadio José Zorrilla se debe refrescar y por ello hay tres demarcaciones que se deben ‘reforzar’ sí o sí.
Por número y opciones, el Real Valladolid no necesitaría ir al mercado. Realmente, el equipo tiene todo para competir pero, obviamente, necesita darle una vuelta al vestuario para eliminar posibles vicios y tendencias e incluir en el vestuario una dinámica positiva y novedosa para detallar. Lo que llegue al Estadio José Zorrilla este verano debe ser un perfil de jugador concreto y determinado que asuma un rol concreto y que sepa que llega a un vestuario hecho. El Real Valladolid está tan moldeado como enrabietado y exigido.
Son muchos los futbolistas a los que se va a mirar con lupa para saber cuál es su nivel en la categoría y hasta dónde pueden llegar en esta aventura. Ellos serán la base y los nuevos, el refresco. Dando salida a otros jugadores con una importante necesidad de abandonar Valladolid, desde las oficinas pucelanas se debe refrescar la columna vertebral del juego. Se debe inserta ambición, coraje y novedad en tres demarcaciones concretas: portería, centro del campo y delantera.
La unión entre Jordi Masip y Roberto Jiménez se debe romper. La portería blanquivioleta necesita una nueva motivación y una competitividad diferente. José Antonio Caro puede ser el jugador elegido pero, quizás, no el necesario. Sería una opción fácil y, posiblemente, económica y, también, con un rol muy concreto. Con todo, el andaluz no es el refresco que necesita el equipo. Ya conoce la casa y ya ha estado en la dinámica del equipo. Debe llegar gente nueva para ofrecer nuevas dinámicas y otros perfiles futbolísticos y sociales.
Detectar necesidades
Como en la portería, el centro del campo. Con la duda de la continuidad de Anuar Tuhami y ya sin Oriol Rey ni Míchel Herrero, el Real Valladolid debe dar salida a un jugador de la zona central porque la llegada de un activo en dicha demarcación es capital. Con los perfiles existentes y contando con las lesiones de Kike Pérez y Moctar Sidi El Hacen, Pacheta debe detectar qué necesita o qué es diferente a lo que tiene y, así, el Club refrescará una zona con diferentes activos y posibilidades pero con necesidad de nuevas exigencias y motivaciones.
Con ese activo de la portería y la llegada para el centro del campo, el Real Valladolid deberá valorar cómo refrescar el ataque. Obviamente, todo depende de quién salga, cómo lo haga y quién apuesta seriamente por el Pucela. Con todo, la opción de Sekou Gassama sí sería la variante refrescante que necesita el equipo para una temporada exigente que se asumirá y se vivirá con una estructura similar a la de la temporada pasada.
Tras la mala gestión de la campaña 2020/2021, el Real Valladolid, ahora, afronta nuevos retos y exigencias. Lo hace con muchos de los jugadores pasados pero, también, con necesidades de refrescar y actualizar la columna vertebral. Potenciando la mejor versión de aquellos que hace unos meses no supieron rendir y detallando con detalles motivacionales, el Real Valladolid podrá luchar por sus objetivos siempre que entienda dónde se debe refrescar y por qué.