Quedan pocos días para el inicio de la pretemporada. El Real Valladolid de José Rojo, Pacheta, está cerca de saltar al terreno de juego y comenzar a preparar la nueva temporada. Pese a que oficialmente se hayan confirmado pocos movimientos, las oficinas del Estado José Zorrilla tienen trabajo, debate y evolución. Tras la llegada de Fran Sánchez, de los nuevos asesores de Ronaldo Nazário y del propio entrenador burgalés, el Pucela ha diseñado una nueva línea de trabajo y dirección.
De una forma sensata y realista, el Real Valladolid ha señalado qué quiere, cómo lo va a buscar y con quién. Obviamente, en esos protagonistas no estarán todos los que el Club quisiera. Parece imposible, por ejemplo, que Lucas Olaza vaya a seguir en el Estadio José Zorrilla. Con venta en LaLiga Santander, la planificación pucelana puede tener un punto importante desde la salida de activos que dejen una base económica, y el uruguayo lo es de la misma forma que lo son Marcos André y Shon Weissman.
Actualmente, parece imposible que el Real Valladolid pueda tener a ambos delanteros para la próxima temporada. Económicamente parece complicado poder contar con el brasileño y el israelí. Inicialmente, el problema es propio. Después, está el ajeno, que es que ambos querrán jugar fuera de LaLiga SmartBank. Ni uno ni otro están, actualmente, convencidos por seguir en el Estadio José Zorrilla.
Así, llega el momento de negociar y ésta es una complicada pelea que ocurre muchos veranos y que desgasta a todas las partes. Por ello, parece difícil que el Real Valladolid vaya a poder ganar dos negociaciones de este tipo. Asumiendo, por el momento, que uno y otro deberá salir del Estadio José Zorrilla, la pregunta se centra en saber por quién deberá realizar un esfuerzo el Club.
Apuesta dirigida
Mantener a uno de los dos es un doble e importante paso para el equipo. Obviamente, el peso deportivo de contar con uno o con otro es clave para la hechura futbolística pero, también, está el concepto de convencimiento. Saber atraer a uno de esos jugadores para el proyecto daría un empaque importante, tanto a nivel exterior como interior. Sería un golpe sobre la mesa que, además, generaría un cambio del proyecto.
Esas virtudes sobre las que trabaja Pacheta no sería las mismas contando con uno que con otro. Si bien el ‘9’ es la referencia goleadora y el dominio de las inmediaciones del área y del remate, el ’16’ es la velocidad, las transiciones, el dominio del espacio y la respuesta rápida. Obviamente, la compenetración entre ambos sería el mayor recurso para que el Pucela luchase por su objetivo pero, ahora, el debate sensato y realista se centra en ver y valorar por quién merece hacer un esfuerzo, porque contar con los dos parece, como poco, complicado.
Personalmente, y viendo que su fútbol no ha sido sólo el de un rematador y un dominador del área, que también, mi apuesta siempre sería Shon Weissman. El Pucela necesita gol y él lo tiene. Quizás tiene menos alternativas para el remate que Marcos André pero su presencia en las inmediaciones del área, su facilidad para jugar de espaldas a la portería y su ambición goleadora y competitiv le hacen ser una referencia sobre la que crear contextos. Sabiéndolo, mi apuesta por él es innegable. Ahora, en el futuro y, también, mucho antes de lo que lo hizo Sergio González.