No voy a estar comparando constantemente a José Rojo, Pacheta, y Sergio González. Es innecesario e ilógico pero sí que quiero destacar una serie de declaraciones de la presentación del burgalés para explicar y señalar por qué me gusta tanto el nuevo entrenador, por qué creo que es lo que necesita ahora el equipo y, a su vez, por qué creía que el enfoque a la última temporada de Sergio González fue errónea. ¿Cuántas veces durante la dramática temporada 2020/2021 se escuchó asegurar que ciertos de los fichajes no eran del perfil del entrenador catalán? ¿Cuántas? ¡Muchas! ¿Cuántas? ¡Demasiadas!
Durante la pasada campaña aseguré, tanto en estas líneas como en las tertulias de Radio Marca Valladolid, que Sergio no actuaba como entrenador de Club ni como ese preparador con una vinculación de más de cuatro años con la entidad. Si alguien debía saber cómo guiar y liderar al Real Valladolid, ese debía ser Sergio. El catalán no quiso ofrecer un trabajo de Club y sí una propuesta personal.
Fue un error pensar que la entidad debía mirar sólo por el perfil del catalán y no por las necesidades del Club. Fue un error pensarlo, fue un error que Sergio lo filtrara y, obviamente, fue un mayúsculo error que se comprara dicha idea. El Real Valladolid está por encima de un entrenador, de su gusto y de su perfil, tal y como dejó bien claro Pacheta en su rueda de prensa de presentación.
Mirar más por uno mismo que por el Club es un error. Tengas una vinculación de un año, de dos o de tres. La temporada 20202/2021 demostró que cada departamento del Real Valladolid se debe desgastar por sus funciones. En el fútbol, como escuché una vez a Jagoba Arrasate en una sesión de entrenamiento con el Club Deportivo Numancia, cada uno se debe preocupar de tener su parcela limpia para, después, poder exigir que el resto lo estén. Mirar más a las ajenas que a las propias es un signo de mediocridad que Pacheta quiso evitar este jueves.
Zapatero, a tus zapatos
«Suficiente tengo ya», aseguró el burgalés y lo comentó porque es verdad. Cada uno tiene sus funciones, algo que en la temporada 2020/2021 no se quiso entender y que de forma privada y, en parte de forma pública, no se supo gestionar. El enfoque que se vendió sobre el perfil de la plantilla, la intervención de Sergio y una supuesta mala planificación eran erróneos y se vieron derrumbados en la presentación de Pacheta, el nuevo entrenador del Real Valladolid. Entrenador, simple y llanamente, que no es poco, y más de cara a la temporada 2021/2022.