La más que supuesta llegada de Fran Sánchez al Real Valladolid genera el análisis de qué tipo de entrenador va a querer el de Orihuela para el banquillo del Estadio José Zorrilla. La experiencia con Diego Martínez señala, posiblemente, un tipo de perfil. La apuesta por el gallego en un momento en el que éste llegaba de no hacer play-off en el CA Osasuna y en su segunda experiencia profesional lejos del Sevilla Atlético fue arriesgada. De una forma o de otra, Fran Sánchez estuvo en ella. Ese perfil, que no el propio Diego Martínez, está sobre la mesa.
Siendo un estilo totalmente diferente al que era el vigués en 2018, el nombre de José Rojo, ‘Pacheta’, se ha vinculado mucho al Real Valladolid en las últimas horas. Pese a que el representante del burgalés ha confirmado a AS que no ha tenido contacto con el Estaido José Zorrilla, su nombre está, seguro, en las opciones del Club para su banquillo. Ya lo estuvo en los peores momentos de Sergio González, y lo vuelve a estar ahora. Su éxito en Elche y el buen hacer en Huesca han catapultado a un trabajador del fútbol que asumiría la opción de Zorrilla como una gran oportunidad pero que tiene un importante problema ante una hipotética llegada a Valladolid.
Creyendo que el entrenador que llegue a Zorrilla debe ser un perfil concreto que vea Valladolid como su gran oportunidad y no como una opinión de aumentar, potenciar o relanzar su carrera, el detalle de juventud es, para mí, capital. Pacheta no lo tiene pero sí que posee otros rasgos que podrían ayudar mucho a este equipo. Si es verdad que se cree en el potencial del vestuario y que sólo se quiere detallar la plantilla actual, el burgalés es el hombre indicado. Su forma de trabajo es la idónea para resetear a los jugadores y obtener su mejor versión.
Cuadrando tiempos
El ex del CD Numancia, Real Oviedo o FC Cartagena tiene detalles que son interesantes para llegar al Estadio José Zorrilla pero, también, contextos y matices que le harían chocar con el ambiente pucelano. La realidad del Pucela, tras ganar cinco partidos en toda la temporada 2020/2021, es de necesidad de alegrías y de afán de protagonismo. El mundo blanquivioleta quiere resarcirse, pero a Pacheta le va a costar ese aspecto y, sobre todo, le va a costar venderlo y comprarlo en su discurso.
Sabiendo que si llega a Zorrilla el objetivo del Real Valladolid será ascender, Pacheta venderá paciencia, evolución, adaptación, trabajo y crecimiento. Estos son conceptos que llevan a que un equipo sea solvente a medio y largo plazo. Ser contundente y fiable no quita para que el equipo gane partidos. La identidad se puede generar desde las victorias pero, obviamente, desde un proceso y una formación que Pacheta, con su discurso, mostraría y potenciaría.
Ahí, existen muchas posibilidades de que el burgalés y el mundo blanquivioleta no se entiendan. La diferencia de ideas sobre lo que necesita y no el Real Valladolid pero, sobre todo, en los tiempos que tendría para conseguirlo y en cómo se haría y vendería podría debilitar al entrenador. Un preparador que pese a tener 52 años asumiría la de Zorrilla como una gran oportunidad, quizás hasta la gran opción de su carrera pese a que no vaya a ofrecer el discurso que pide el entorno.