Hasta la fecha, Ronaldo Nazário no ha sido un presidente demasiado intervencionista en el aspecto deportivo. Ciertamente, el empecinamiento por no destituir a Sergio González fue su primera gran participación en la confección deportiva del equipo, si dejamos a un lado su apuesta personal por Stiven Plaza. Más allá de estos dos movimientos, el máximo accionista del Real Valladolid ha estado al margen de las grandes decisiones y los movimientos de entradas y salidas, pero ahora todo ha cambiado.
Las destituciones de Sergio González y Miguel Ángel Gómez marcarán el camino hacia el que quiere llevar el brasileño su proyecto y cómo de grande será su ambición. Ésta, la ambición, ha sido el principal término con el que Ronaldo ha querido marcar su etapa en el Rea Valladolid. Siempre ha sacado pecho de lo conseguido y de la evolución que ha creado sobre el «legado» que quiere dejar en el mundo blanquivioleta. Aferrado a los bienes materiales que ofrece al Club y que hacen que la entidad viva uno de sus mejores momentos económicos de su historia, la 2021/2022 va a ser la primera temporada en la que se enjuicie al brasileño por sus decisiones… deportivas.
Ahora, por fin, Ronaldo va a tener que decidir quién quiere que sea su director deportivo y cuál quiere que sea el tipo de entrenador que le defina. El brasileño va a marcar a sus preferencias, su estilo y sus líderes. Llega el momento de calibrar el acierto de Ronaldo a la hora de tomar decisiones y de saber cómo puede utilizar su experiencia para dictaminar quiénes son los mejores y más preparados para liderar su proyecto. Ésta es una exigencia alta y muy diferente a la que él ha tenido.
De la misma forma que su teoría para no destituir a Sergio es un error, tomar las primeras grandes decisiones deportivas desde que llegó a Zorrilla por su bagaje como jugador será sinónimo de fracaso. Para gestionar y liderar, como parece que quiere hacer el brasileño la próxima temporada, Ronaldo debe saber qué equipo tiene entre manos, cuáles son sus principales exigencias y desde qué punto debe atacar los frentes reales que debe asumir un equipo recién descendido.
Novedosos contextos para él
Ronaldo se va a encontrar por primera vez en su carrera con un objetivo de ascender. Cierto es que su carrera se ha marcado más por la exigencia de ganar todos los partidos que por aquella de dar por bueno un empate, pero todo en contextos muy diferentes a los que va a tener el Real Valladolid en la primera temporada en la que Ronaldo responderá por todo y por todos. El legado recibido por Carlos Suárez y la consecución de objetivos le previó de tomar decisiones y le acobardó para dar giros necesarios para la ambición del Club.
Ahora, sin Miguel Ángel Gómez, Sergio González ni, posiblemente, Suárez, Ronaldo Nazario va a presentar su proyecto y, con él, esa comentada y asegurada ambición que, por el momento, no se ha visto en el contexto deportivo, el motor de un club de fútbol pero, a su vez, el punto sobre el que más dudas y menos certezas ha ofrecido un exfutbolista del calado de Ronaldo Nazário. Posiblemente porque lo que necesite un Club como el Pucela sean contextos que él nunca vivió y él, en lo deportivo, decide por la experiencia.