La linterna de Velasco

La linterna de Ángel Velasco, desde el 20 de febrero de 2007 informando y opinando sobre el Real Valladolid

Reflexiones de fútbol

La doble carencia de juego que ha marcado el descenso

Sergio González no ha sabido gestionar la temporada 2020/2021. Es una obviedad que la sucesión de acontecimientos han superado al entrenador catalán pero, con todo y con ello, hay que analizar los contextos futbolísticos que han marcado el duro caminar del Real Valladolid hasta consumar su descenso de categoría. Con una mala gestión, el liderazgo no ha existido en el Esatdio José Zorrilla y, con todo, el fútbol se ha resentido, aunque quizás el orden de los factores haya sido diferente.

El principal problema blanquivioleta ha sido de gestión, la falta de autocrítica y la ausencia de liderazgo, pero en el terreno de juego se han visto carencias y problemas de enorme relevancia. Los números hablan de que el Pucela ni ha atacado (quinto equipo menos goleador) ni ha defendido (tercer equipo que más ha encajado), pero el análisis obliga a examinar por qué han ocurrido esos dos factores y por qué se ha terminado la campaña con 34 goles anotados y 57 encajados.

Principalmente, el problema es de discurso y de ese pensamiento de Sergio González de dividir de una forma tan clara y rotunda el ataque de la defensa. El entrenador catalán disocia ambos conceptos, casi como un equipo de balonmano. En esa lectura está el por qué de las dificultades pucelanas para transitar. Tanto en ataque como en defensa. El gol de Óscar Plano en la derrota (1-2) ante el Atletico de Madrid sorprendió. Una transición tan bien llevada no ha sido la norma habitual de un equipo que desde el ascenso a LaLiga Santander ha tenido problemas para saber correr con balón.

La enorme distancia con el área rival y los pocos efectivos que el equipo ha acumulado por delante de la línea de balón son los principales justificantes para ver y entender por qué el Real Valladolid ha transitado tan mal como lo ha hecho. El Pucela de Sergio y los problemas para atacar en contragolpe han sido todo uno pero esta temporada, también, se han sumado los problemas a las espaldas.

El equipo ha sufrido, también, en transiciones defensivas. Ésta sí era una novedad porque en años atrás no ocurría. No sucedía ya que los blanquivioleta defendían tan atrás que no tenían problemas para replegar. En esta ocasión, sí, y todo por el hecho de «adelantar la línea» y entender que ésa era la solución. Adelantar sólo la línea.

Consecuencias…no trabajadas
Sergio González, incluso antes de terminar la temporada 2019/2020, ya habló de avanzar la línea defensiva unos metros. La marcha de Mohammed Salisu y la lesión de Kiko Olivas invitaba a ello. Joaquín Fernández y Javi Sánchez, ya presentes en el equipo, parecían tener las cualidades para defender un campo abierto. Jawad El Yamiq, también. El equipo quiso proponer más adelantado pero sin entender y, quizás, sin trabajar todo lo que este cambio generaba.

Adelantar la defensa no es sólo obligar a que los centrales y los laterales se sitúen 10 metros más arriba. La puntualización es mucho más alta y todas las consecuencias que genera parecen haber estado muy poco controladas por el Real Valladolid. Sin saber cómo actuar con las líneas mínimamente más arriba, el equipo ha seguido teniendo los problemas para correr en ataque pero, también, para defender. Ese movimiento estructural rompió el modelo de Sergio y al propio entrenador.

La anarquía ha reinado por fases en el equipo blanquivioleta por la poca fuerza que los pucelanos han tenido para dominar las transiciones. Éste, además de ser un aspecto que marca mucho el fútbol moderno, es ese rasgo que une el ataque y la defensa, la defensa y el ataque. Ambos, aspectos del juego muy diferenciados por Sergio tienen una unión que el Pucela no ha entendido. No lo hizo cuando llegó a LaLiga Santander, es cierto, pero lo ha multiplicado en la pasada temporada al acentuar todos los problemas de los blanquivioleta creyendo que al colocar al equipo más arriba los problemas se solucionarían y las críticas se reducirían. Todo lo contrario.

𝟭𝟵𝟴𝟴. 𝘗𝘦𝘳𝘪𝘰𝘥𝘪𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦𝘱𝘰𝘳𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘺 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦𝘯𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘜𝘌𝘍𝘈 𝘗𝘙𝘖. Creo que en el fútbol todo tiene el término apropiado y un porqué obligatorio. Por ello, desde 2007 llevo entrenando equipos y escribiendo sobre cómo entiendo este deporte