La temporada 2020/2021 nunca se debe olvidar. Cerrarla ha sido una liberación, sí, pero no por ello se debe dejar atrás todo lo que ha generado la pérdida de categoría. El Real Valladolid desciende de forma merecida y lo hizo antes de que el Atlético de Madrid fuera campeón. La visita colchonera certificó el descenso pero la pérdida de categoría llegó con la derrota (4-1) ante la Real Sociedad o, quizás y tal y como dijo Sergio González, tras perder (3-0) en el Estadio de Mestalla.
Que el Pucela vaya a jugar en LaLiga SmartBank era una realidad asumida desde hace, como poco, una semana y, por ello, no es momento de tener luto, tal y como pide Sergio González. El mundo blanquivioleta está, ahora, en un momento de enfado y preguntas. Tras asumir que la realidad iba a ser otra de la esperada, el dolor y la decepción han tornado en una semana en enfado y, sobre todo, en múltiples preguntas.
¿Por qué Sergio González ha terminado la temporada? ¿Por qué nadie se ha atrevido a tomar las decisiones que pedía la situación? ¿Por qué ningún jugador de este equipo ha estado al nivel esperado o lo que es, peor, al nivel mostrado? ¿Por qué? ¿Por qué ¿Por qué? Las preguntas se suceden en el mundo blanquivioleta porque éste es un descenso que duele mucho. La historia reciente del equipo vallisoletano hace pensar y ver siempre el descenso como una posible realidad pero nunca desde los registros que se han firmado esta temporada.
Formas y formas
Es imperdonable tener a un equipo que sólo haya sumado 31 puntos, es intolerable que el Real Valladolid haya ganado sólo cinco partidos y, con todo, es incomprensible que los blanquivioleta marcaran un camino hacia Segunda y nadie, absolutamente nadie, tomara las riendas de la situación. Así, el enfado crece y las preguntas se acumulan en un momento que hace ya unas jornadas dejó de ser de luto porque el descenso ya era una realidad palpable.